Para cualquier mujer lactante, sobre todo en las madres primerizas, es normal tener muchas dudas sobre el destete. Las más comunes están relacionadas con la duración del proceso, cómo afectará al hijo /a y cómo debe hacerse. Es por ello por lo que en este post vamos a resolver todas estas dudas, además de facilitar una serie de consejos para dejar de amamantar de la forma más respetuosa posible. Y recuerda que, en nuestro centro, puedes estudiar el máster en lactancia materna para ampliar tus conocimientos en alimentación infantil durante los primeros meses de vida.
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¿Cuándo es el mejor momento para el destete?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la American Academy of Pediatrics recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida de un bebé. Pasado este tiempo, ambas organizaciones recomiendan combinar la leche materna con los primeros alimentos complementarios hasta cumplir el año de vida.
El destete es el proceso de dejar de alimentar a un bebé con leche materna. Entonces, basándonos en las afirmaciones anteriores, el primer paso para destetar será después de los primeros seis meses de amamantar, cuando se introduzcan gradualmente alimentos complementarios junto a la leche materna. Este proceso continuará hasta que la leche materna sea totalmente sustituida por otros alimentos y bebidas, que puede ser al cabo de un año, dos, o el tiempo que considere la madre. Por tanto, el destete es un proceso gradual.
Cuándo destetar y dejar de alimentar a un hijo/a con leche materna es una decisión totalmente libre de la madre y también del pequeño. Eso sí, siempre hay que tener presente las necesidades de éste, pues no solo afecta a nivel nutricional, sino también a nivel psicológico. Ante cualquier duda, siempre debe acudirse a una comadrona o especialista en lactancia.
¿Cuáles son los beneficios de la leche materna?
La leche materna está compuesta de citoblastos, glóbulos blancos y bacterias beneficiosas. También tiene componentes bioactivos, como anticuerpos y enzimas indispensables para combatir infecciones y que contribuyen a un desarrollo saludable del pequeño. Además de tener un efecto calmante, la leche materna tiene componentes que refuerzan el sistema inmunitario del pequeño.
Tipos de destete
Si bien es cierto que el destete llega más tarde o temprano, a grandes rasgos encontramos hasta 4 tipos. Todos ellos deben abordarse con paciencia, información sólida y acompañamiento de un profesional especializado en la materia, pues de lo contrario puede convertirse en un proceso muy complicado. Veamos pues las diferentes maneras de destetar a un bebé.
Destete forzoso
Está causado por un factor externo, es decir, por causas médicas de la madre o del hijo, un accidente, separación prolongada, etc. Se trata de un proceso brusco en el que madre e hijo/a necesitaran ayuda, apoyo y comprensión.
Cabe destacar que, hoy en día, muy pocos medicamentos no son compatibles con la lactancia. Es importante informarse bien y consultar diferentes opiniones de especialistas antes de tomar una decisión.
Destete voluntario por parte de la madre
Es el más común, pues es la madre la que decide destetar al bebé, pudiendo estar o no preparado para ello. Siempre hay que respetar la decisión de la madre y el proceso debe ser gradual, reduciendo poco a poco las tomas.
Teniendo en cuenta que amamantar tiene un efecto calmante para el pequeño, muchas madres se ven con la necesidad de entretener por más tiempo al niño/a, evitando así de que no pida el pecho. Sin duda requiere de mucho esfuerzo por parte de la madre y su entorno.
Destete voluntario por parte del bebé
En este caso, es el pequeño quien decide dejar de destetar, siendo la madre la que no está preparada. El bebé es quien empieza a hacer cada vez menos tomas, aunque hay casos en que los niños cortan directamente el proceso. Lo ideal sería un destete de mutuo acuerdo entre madre e hijo/a.
Destete natural
Hoy en día el proceso de destete se ha acelerado, e incluso hay personas que opinan que, si no se desteta a un bebé a cierta edad, lo seguirá haciendo durante muchos años. Pero lo cierto es que, por naturaleza, un bebé suele destetarse entre los 2 y 4 años. También se trata de un proceso gradual, pues la producción de leche de la madre disminuye y el interés del niño va disminuyendo.
Consejos para un destete respetuoso
Teniendo en cuenta que el proceso de destete es gradual y lento, aquí facilitamos algunos de los consejos que suelen dar los especialistas en lactancia. Toma nota:
- No ofrecer, no negar. Es el tipo más lento y natural, pues se trata de no ofrecer el pecho al niño, pero tampoco negárselo cuando lo pide.
- Distraer. Consiste en distraer al niño cuando pida el pecho. Si la distracción no funciona y el pequeño insiste, es mejor darle el pecho. De lo contrario, lo reclamará con más intensidad.
- Aplazar. Consiste en dejar para más tarde la toma de pecho, es decir, al volver del parque o después de la ducha. Se recomienda en niños de 2 años.
- Reducir el tiempo de las tomas. Durante la toma, se le explica al niño que vais a contar hasta 10 y entonces, debéis parar.
- Compensar. Los momentos de ausencia de teta pueden compensarse con cariño, pues no deja de ser un cambio para ambos del que salgáis más reforzados.
¿Qué pasa con la nutrición después de destetar?
Como ves, destetar se trata de un proceso lento y gradual. Después de los primeros seis meses de vida, el bebé necesitará otros nutrientes en mayor nivel, como es el hierro, el cinc y vitaminas B y D.
Es por ello por lo que se introducen alimentos complementarios a la leche materna, obteniendo así la combinación ganadora para el correcto desarrollo de un bebé. La leche puede suministrarse en un biberón o en una taza. Asimismo, es importante recalcar que no se recomienda dar leche de vaca al niño pasado el año.
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