Tal y como explicamos en posts anteriores, un celador es el profesional que se dedica al apoyo de tareas para el buen funcionamiento de un centro sanitario, así como a la organización y gestión de pacientes ingresados en las instalaciones de un hospital o clínica. Y seguramente, debido a la naturaleza asistencial de sus tareas, te preguntarás cuál es el sueldo de un celador en España. Pues bien, en este post resolvemos tus dudas al respecto. ¡Sigue leyendo!
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¿Cuál es el sueldo medio de un celador?
Debes saber que el sueldo medio de un celador en España ronda entre los 1.200 y 1.400 euros mensuales, lo que se traduce en unos 14.500 y 17.000 euros anuales. Cabe destacar que el salario base de un celador está entre 600 y 700 euros, el cual variará según la comunidad autónoma y en función de diferentes complementos y factores.
Por un lado, el salario de un celador puede verse aumentado gracias a los complementos fijos (complemento de destino, de productividad fija, etc.) y los complementos variables (complemento por atención continuada, por productividad, etc.).
Por otro lado, aspectos como la experiencia, la antigüedad y, sobre todo, los turnos de noche pueden aumentar el salario mensual a percibir.
¿Qué gana más un celador o un auxiliar de enfermería?
Si bien es cierto que tanto el celador y el auxiliar de enfermería perciben un salario ligeramente inferior en el ámbito privado que en el público, las cifras varían en función de las responsabilidades a cargo, entre otros aspectos.
El auxiliar de enfermería ofrece apoyo a los profesionales de la enfermería y de la medicina, además de brindar cuidados muy básicos en pacientes. En cambio, y como hemos mencionado anteriormente, un celador se encarga de la gestión y el buen funcionamiento de las instalaciones de un centro sanitario.
Partiendo de esto, se puede decir que el salario de un auxiliar de enfermería es ligeramente superior al del celador. De esta manera, el sueldo medio de un auxiliar de enfermería en España se sitúa entre los 15.000 y 21.000 euros anuales, mientras que el del celador está entre los 14.000 y 17.000 euros.
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Si tienes pensado enfocar tu futuro profesional hacia el sector sanitario, debes saber que te esperan multitud de oportunidades que dependerán del nivel formativo y las responsabilidades a cargo. Entre este amplio abanico que ofrece el ámbito de la salud, se encuentra la profesión del celador, un profesional que realiza tareas de apoyo y mantenimiento del orden en un centro de salud. Así pues, si quieres saber cómo ser celador, sigue leyendo. Te explicamos qué habilidades y formación necesitas para dedicarte a ello.
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Qué habilidades se necesitan para ser celador
Toda profesión relacionada al sector sanitario necesita vocación por naturaleza. Por ello, si quieres ayudar a personas y aprender a mantener su bienestar y salud, este ámbito es el tuyo.
Además, un celador debe contar con las siguientes características para desempeñar su labor adecuadamente:
Estar física y psicológicamente en buenas condiciones.
Ser una persona empática, paciente y que tenga sensibilidad hacia con otras personas.
Tener habilidades comunicativas bien desarrolladas.
Saber trabajar en equipo para facilitar las funciones de diferentes sanitarios.
Responder rápido y de manera eficaz a las órdenes que recibe.
Por otra parte, es importante saber que, si se tiene interés en el sector de la salud, conviene no tener miedo a las agujas o a la sangre. Esto quiere decir que hay que tener mucha templanza, ser resolutivos y analizar las cosas desde una perspectiva pertinente. De lo contrario, no se podrá ayudar a quien lo necesite en los momentos más complicados.
En la Escuela Clínica y de Ciencias de la Salud ofrecemos el curso online de celador con el que podrás especializar todos tus conocimientos de manera online o a distancia. Nuestra titulación consta de 750 horas de carga lectiva y está diseñada para que los interesados puedan profundizar los fundamentos y el marco jurídico básico que rige esta profesión. Y es que, estudiar el curso de celador en nuestra escuela te dará la oportunidad de desarrollar un perfil más competitivo y tener competencias relacionadas con la actuación del celador en los diferentes servicios.
Concretamente, a través de su programa formativo te formarás en gestión, organización y traslado de pacientes, transporte sanitario de enfermos y servicios de vigilancia en un centro sanitario. También estudiarás los diferentes métodos y técnicas de movilización urgente de pacientes, el arrastre de urgencia, los principios generales de levantamiento, la carga de brazos y la movilización del paciente encamado. Además, el temario profundizará en los protocolos de actuación con medios mecánicos y el método de colocación del arnés.
Asimismo, nuestro curso de celador permite conocer el personal estatutario al servicio de las Instituciones Sanitarias, la clasificación del personal estatutario, la planificación y ordenación del personal y la situación administrativa del personal. Para ello, estudiarás los siguientes conceptos:
Adquisición y pérdida de la condición de personal estatutario.
Sistemas de selección de personal.
Derechos, deberes e incompatibilidades del personal.
Régimen disciplinario.
Clases de faltas.
Procedimiento disciplinario.
¿Te interesa el mundo sanitario y quieres aprender de manera profesional de él y las diferentes profesiones que lo envuelven? No te pierdas nuestros másters y cursos en enfermería con los que podrás completar tu carrera académica y aprender las bases del sector de la salud y el bienestar.
Las constantes vitales sirven para conocer el estado en el que se encuentra nuestra salud. Concretamente son la tensión arterial, la frecuencia respiratoria y cardíaca, la temperatura corporal y la saturación de oxígeno. Dentro de unos parámetros concretos, estos signos vitales nos indicarán si hay un equilibrio en nuestro cuerpo. En caso contrario, actuarán como una alarma para la posterior detección de algún problema importante de salud. Así pues, en el Día Mundial de la Salud te explicamos cómo interpretar las constantes vitales de tu cuerpo a través de una serie de indicaciones.
Controlar y monitorizar los signos vitales sirve para prevenir problemas de salud y detectar de manera precoz alguna anomalía en nuestro organismo. Por ello, ante cualquier síntoma que tengas y que esté fuera de lo normal, no dudes en consultárselo a tu médico de familia.
A continuación, te explicamos cuáles son los signos vitales y los parámetros que nos indican que nuestro cuerpo no está padeciendo ninguna inestabilidad.
Tensión arterial
La tensión arterial hace referencia a la presión sanguínea y es uno de los signos vitales más importantes. Se mide en milímetros de mercurio (mm de Hg) y se recomienda tomarla en distintos momentos del día para confirmar que los valores son los correctos.
En la tensión arterial se tienen en cuenta dos valores:
Tensión arterial sistólica. Es el valor más alto y refleja la presión que hace la sangre sobre las paredes de las arterias cuando el corazón se contrae. La tensión máxima que se considera dentro de la normalidad está entre los 110 y 140 mm de Hg.
Tensión arterial diastólica. Es el valor más bajo y mide la presión que hace la sangre sobre las paredes de las arterias cuando el corazón se relaja. Una tensión mínima se considera normal cuando se sitúa entre los 70 y 90 mm de Hg.
Frecuencia cardíaca
Indica el número de pulsaciones por minuto. Se considera una frecuencia cardíaca normal aquella que oscila entre los 60 y 100 latidos por minuto. Pero también es común que esta pueda variar a lo largo del día o ante situaciones determinadas.
Frecuencia respiratoria
En esta constante vital se calcula el número de respiraciones que hacemos en un minuto. En adultos, lo normal está en realizar entre 12 y 30 respiraciones por minuto. Si el número es mayor, indicando que nos falta oxígeno, padecemos taquipnea. Si realizamos menos respiraciones, padecemos bradipnea.
Este signo vital es el que nos resulta más fácil de medir y comprender. Aunque se puede tomar desde distintas partes del cuerpo, lo normal es tomarla desde las axilas.
Una temperatura corporal normal está comprendida entre 35’8ºC a 37ºC. Si nuestra temperatura se encuentra fuera de este rango, podemos padecer:
Hipotermia. Sucede cuando el valor es inferior a 35’5ºC.
Febrícula. Cuando la temperatura está algo elevada, en unos 37’5ºC. Es lo que conocemos comúnmente como décimas de fiebre.
Fiebre. Cuando estamos por encima de los 38ºC. La temperatura corporal alta es el primer síntoma que nos indica que estamos padeciendo una infección o inflamación.
Saturación de oxígeno
Refleja la cantidad de oxígeno que tenemos en la sangre. Lo normal es estar entre el 95% y 100%. En los casos en que la saturación de oxígeno es inferior al 90% se produce hipoxemia. La dificultad para respirar es el principal síntoma.
Para cualquier mujer lactante, sobre todo en las madres primerizas, es normal tener muchas dudas sobre el destete. Las más comunes están relacionadas con la duración del proceso, cómo afectará al hijo /a y cómo debe hacerse. Es por ello por lo que en este post vamos a resolver todas estas dudas, además de facilitar una serie de consejos para dejar de amamantar de la forma más respetuosa posible. Y recuerda que, en nuestro centro, puedes estudiar el máster en lactancia materna para ampliar tus conocimientos en alimentación infantil durante los primeros meses de vida.
¿Cuándo es el mejor momento para el destete?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la American Academy of Pediatrics recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida de un bebé. Pasado este tiempo, ambas organizaciones recomiendan combinar la leche materna con los primeros alimentos complementarios hasta cumplir el año de vida.
El destete es el proceso de dejar de alimentar a un bebé con leche materna. Entonces, basándonos en las afirmaciones anteriores, el primer paso para destetar será después de los primeros seis meses de amamantar, cuando se introduzcan gradualmente alimentos complementarios junto a la leche materna. Este proceso continuará hasta que la leche materna sea totalmente sustituida por otros alimentos y bebidas, que puede ser al cabo de un año, dos, o el tiempo que considere la madre. Por tanto, el destete es un proceso gradual.
Cuándo destetar y dejar de alimentar a un hijo/a con leche materna es una decisión totalmente libre de la madre y también del pequeño. Eso sí, siempre hay que tener presente las necesidades de éste, pues no solo afecta a nivel nutricional, sino también a nivel psicológico. Ante cualquier duda, siempre debe acudirse a una comadrona o especialista en lactancia.
¿Cuáles son los beneficios de la leche materna?
La leche materna está compuesta de citoblastos, glóbulos blancos y bacterias beneficiosas. También tiene componentes bioactivos, como anticuerpos y enzimas indispensables para combatir infecciones y que contribuyen a un desarrollo saludable del pequeño. Además de tener un efecto calmante, la leche materna tiene componentes que refuerzan el sistema inmunitario del pequeño.
Tipos de destete
Si bien es cierto que el destete llega más tarde o temprano, a grandes rasgos encontramos hasta 4 tipos. Todos ellos deben abordarse con paciencia, información sólida y acompañamiento de un profesional especializado en la materia, pues de lo contrario puede convertirse en un proceso muy complicado. Veamos pues las diferentes maneras de destetar a un bebé.
Destete forzoso
Está causado por un factor externo, es decir, por causas médicas de la madre o del hijo, un accidente, separación prolongada, etc. Se trata de un proceso brusco en el que madre e hijo/a necesitaran ayuda, apoyo y comprensión.
Cabe destacar que, hoy en día, muy pocos medicamentos no son compatibles con la lactancia. Es importante informarse bien y consultar diferentes opiniones de especialistas antes de tomar una decisión.
Destete voluntario por parte de la madre
Es el más común, pues es la madre la que decide destetar al bebé, pudiendo estar o no preparado para ello. Siempre hay que respetar la decisión de la madre y el proceso debe ser gradual, reduciendo poco a poco las tomas.
Teniendo en cuenta que amamantar tiene un efecto calmante para el pequeño, muchas madres se ven con la necesidad de entretener por más tiempo al niño/a, evitando así de que no pida el pecho. Sin duda requiere de mucho esfuerzo por parte de la madre y su entorno.
Destete voluntario por parte del bebé
En este caso, es el pequeño quien decide dejar de destetar, siendo la madre la que no está preparada. El bebé es quien empieza a hacer cada vez menos tomas, aunque hay casos en que los niños cortan directamente el proceso. Lo ideal sería un destete de mutuo acuerdo entre madre e hijo/a.
Destete natural
Hoy en día el proceso de destete se ha acelerado, e incluso hay personas que opinan que, si no se desteta a un bebé a cierta edad, lo seguirá haciendo durante muchos años. Pero lo cierto es que, por naturaleza, un bebé suele destetarse entre los 2 y 4 años. También se trata de un proceso gradual, pues la producción de leche de la madre disminuye y el interés del niño va disminuyendo.
Consejos para un destete respetuoso
Teniendo en cuenta que el proceso de destete es gradual y lento, aquí facilitamos algunos de los consejos que suelen dar los especialistas en lactancia. Toma nota:
No ofrecer, no negar. Es el tipo más lento y natural, pues se trata de no ofrecer el pecho al niño, pero tampoco negárselo cuando lo pide.
Distraer. Consiste en distraer al niño cuando pida el pecho. Si la distracción no funciona y el pequeño insiste, es mejor darle el pecho. De lo contrario, lo reclamará con más intensidad.
Aplazar. Consiste en dejar para más tarde la toma de pecho, es decir, al volver del parque o después de la ducha. Se recomienda en niños de 2 años.
Reducir el tiempo de las tomas. Durante la toma, se le explica al niño que vais a contar hasta 10 y entonces, debéis parar.
Compensar. Los momentos de ausencia de teta pueden compensarse con cariño, pues no deja de ser un cambio para ambos del que salgáis más reforzados.
¿Qué pasa con la nutrición después de destetar?
Como ves, destetar se trata de un proceso lento y gradual. Después de los primeros seis meses de vida, el bebé necesitará otros nutrientes en mayor nivel, como es el hierro, el cinc y vitaminas B y D.
Es por ello por lo que se introducen alimentos complementarios a la leche materna, obteniendo así la combinación ganadora para el correcto desarrollo de un bebé. La leche puede suministrarse en un biberón o en una taza. Asimismo, es importante recalcar que no se recomienda dar leche de vaca al niño pasado el año.
Así pues, ya sea por interés personal o profesional, no dudes en ampliar tus conocimientos sobre todo ello a través de nuestro máster online en lactancia materna. La formación que te dotará de conocimientos relacionados con la anatomía y fisiología de la mama, la composición de la leche materna y las técnicas de lactancia, entre otros conceptos.
Cuando la vida de una persona está en peligro, se aplica un protocolo de primeros auxilios. Estos se tratan de un conjunto de maniobras conocidas como Soporte Vital Básico (SVB). La aplicación de estas acciones debe realizarse hasta que la persona reciba atención médica en el lugar de los hechos. Pero, ¿en qué situaciones se aplica y cuál es su protocolo? Sigue leyendo porque en este post encontrarás todas las respuestas. Además, te recomendamos formarte en auxiliar de enfermería y primeros auxilios para profundizar tus conocimientos en el cuidado de las personas.
¿Qué es el soporte vital básico?
El soporte vital básico (SVB) son un conjunto de maniobras de primeros auxilios que permiten identificar si una persona está en parada cardiorrespiratoria. Si este es el caso, se realiza la sustitución temporal de lafunción respiratoria y circulatoria hasta que el paciente reciba atención médica adecuada.
Esta técnica debe ser aplicada por las primeras personas que encuentren a la víctima en el suelo e iniciarse lo antes posible. El objetivo principal del soporte vital básico es conseguir oxigenar de emergencia los tejidos del organismo para así reducir el daño cerebral y el de otros órganos vitales.
¿En qué situaciones se aplica el SVB?
Algunas de las situaciones de emergencia donde es más frecuente aplicar las maniobras de soporte vital básico son:
Parada cardiorrespiratoria
Atragantamiento
Ahogamiento
Electrocución
Crisis asmática
Golpe de calor
Inconsciencia
Intoxicación por alcohol o drogas
Protocolo de actuación en el SVB
Para aplicar el protocolo de actuación de SVB en caso de accidente o situación de emergencia, es necesario seguir una serie de pasos, que son los siguientes:
Garantizar la seguridad
Este primer paso se trata de acercarse a la víctima y asegurar la zona donde se encuentra, usando los triángulos luminosos si se trata de una carretera, o dar espacio si es en la vía pública.
Activar el sistema de emergencia
Sea cual sea la situación, se debe llamar al 112 y explicar claramente el lugar de los hechos y la situación que se presenta. Si es posible, se recomienda activar el manos libres por si los operadores del 112 dan instrucciones mientras no llegan.
Comprobar si la víctima responde
Si se considera que la víctima está consciente, se debe actuar de la siguiente manera:
Dejarla en la posición que se ha encontrado.
Valorar las lesiones que pueda tener.
Activar el sistema de emergencia, si es necesario.
Revalorar a la víctima regularmente.
Si por el contrario, se considera que la víctima está inconsciente, se debe actuar:
Colocarla boca arriba.
Abrir la vía aérea realizando la maniobra frente-mentón: se trata de colocar una mano en la frente y los dedos índice y medio de la otra mano en el mentón.
Comprobar si su respiración es normal
Siguiendo con la técnica frente-mentón, se acerca la mejilla a la boca de la víctima para ver si respira con normalidad durante 10 segundos.
Si su respiración es correcta, se coloca a la víctima en posición lateral de seguridad y se activa el sistema de emergencia.
Si por el contrario, su respiración no es normal o no respira, se coloca a la víctima en una superficie firme y boca arriba.
Iniciar compresiones torácicas
Mediante las compresiones en el pecho, se consigue que la sangre fluya por los órganos vitales de la persona en cuestión y se frena la parada cardiorrespiratoria. Después de 30 compresiones, se realizan 2 insuflaciones, y así continuamente.
La importancia de los primeros auxilios
Los primeros auxilios son de vital importancia para salvar la vida de una persona accidentada o con ciertas lesiones. Por este motivo, en nuestra escuela ofrecemos el curso de auxiliar de enfermería y primeros auxilios. Una formación imprescindible para aprender sobre los cuidados básicos que necesita un paciente, así como las maniobras de primeros auxilios indispensables para salvar vidas.
A través de su programa formativo, estudiarás en profundidad los fundamentos del sistema sanitario español, así como la importancia del área de enfermería y la figura del auxiliar de enfermería. Asimismo, adquirirás nociones sobre higiene hospitalaria, gestión de recursos materiales sanitarios y anatomía. Además, profundizarás en conceptos como:
Primeros auxilios.
Documentación sanitaria.
Trato con el paciente.
Monitorización de constantes vitales.
Tratamiento del dolor.
Tipos de muestras biológicas.
Administración de medicamentos.
Movilidad, alimentación, higiene, descanso comodidad i cuidados preoperatorios del paciente.
Primeros auxilios.
Gestión de urgencias.
Nuestra escuela te ofrece la opción de estudiar este doble curso a distancia y a online, para que puedas organizar tus tiempos de estudio y compaginarlo con las tareas de tu día a día. Además, cuenta con una carga lectiva de 750 horas.
Si te interesa el tema y crees que puedes adaptarte a esta metodología de estudio, no esperes más y fórmate con nosotros.
El cateterismo es un procedimiento muy poco invasivo que proporciona acceso a los vasos sanguíneos, al corazón y otros órganos como la vesícula o intestinos. Este proceso se realiza a través del catéter, un instrumento médico que se utiliza tanto con fines diagnósticos como terapéuticos. Puede ser flexible o rígido, y puede insertarse en diversas cavidades corporales u órganos huecos. Los más conocidos son los catéteres urinarios y cardíacos.
¿Te gustaría profundizar en el tema? Sigue leyendo, pues te contamos algunos aspectos clave sobre este proceso. Además, te recomendamos formarte a través del máster online en cuidados intensivos para ampliar tu perfil académico y profesional en el ámbito sanitario.
Tipos de cateterismo
Los profesionales en enfermería suelen realizar un cateterismo, introduciendo un cable hueco y fino por una vena o arteria, para explorar el interior del corazón, de una zona arterial o una zona de venas.
Se pueden hacer muchos tipos de cateterismo distintos y por muchos motivos diferentes. Los más usados son:
Cardíaco: para determinar la presencia de obstrucciones coronarias, alteraciones valvulares o realizar tratamientos para arritmias, angioplastias o implante de válvulas, entre otras.
De arterias cerebrales (angiografía cerebral): para detectar obstrucciones arteriales cerebrales, visualización de aneurismas o malformaciones, etc.
Aórtico: para cuantificar gravedad de aneurisma e inserción de prótesis aórticas.
Uretral: para resolver problemas obstructivos.
Arterial de las piernas: para visualizar obstrucciones, quitar émbolos o colocar stents.
De la arteria hepática: para ver si hay tumores y poder dar tratamientos locales contra cáncer hepático.
De las arterias renales: para visualizar la presencia o ausencia de obstrucciones de dichas arterias y dilatarlas en caso afirmativo.
Funciones del catéter
A través del catéter, los profesionales se dirigen hacia la zona que quieren explorar (interior del corazón, zona arterial o interior vesical) para realizar los procedimientos diagnósticos o terapéuticos que necesitan:
Inyectar un contraste intracardíaco para visualizar, mediante rayos X, su estructura, y confirmar o descartar la presencia de enfermedades (angiografía).
Suministrar un fármaco (habitualmente quimioterápicos) en una localización precisa de determinado órgano.
Colocación de un muelle intravascular o algún tipo de prótesis, eliminar un coágulo de la arteria (émbolo), eliminar un aneurisma (dilatación sacular arterial), etc.
¿Cómo es la recuperación después de un cateterismo?
La recuperación completa se logra en una semana o menos. La zona de inserción debe permanecer seca al menos 48 horas. En el brazo se recupera más rápidamente.
Por lo general, no se necesitan cuidados posteriores, pero hay que acudir al médico lo más rápido posible si hay algún moratón (o hematoma) y/o dolor muy fuerte en el sitio de la inyección, fiebre, debilidad muy acusada o mareos sin causa aparente.
¿Cómo de peligroso puede ser el procedimiento?
Aunque el cateterismo es una prueba intrusiva, sus riesgos son extremadamente bajos actualmente. Sin embargo, como todo procedimiento de cirugía menor, se asocia a diversos efectos adversos como:
Aneurisma (dilatación) en la arteria donde se ha llevado a cabo la punción.
Hemorragia posterior al procedimiento, que denota una rotura de la arteria en el lugar de la punción.
En raras ocasiones, reacción alérgica al contraste.
En casos extraños, infección en la sangre que puede tardar horas o días en presentarse.
¿Cuánto tiempo se tarda en hacer un cateterismo?
Entre 30 y 60 minutos suele ser lo habitual, aunque ante procedimientos especiales puede prolongarse durante varias horas. Por ejemplo, en uno cardíaco con vía desde femoral (ingle) se deberá permanecer tumbado boca arriba durante un tiempo prolongado tras el examen para controlar el posible sangrado.
Así pues, es prácticamente imposible que te ocurra nada perjudicial, y los beneficios obtenidos con el cateterismo te puedan solventar definitivamente tu problema.
¿Dónde aprender sobre cuidados intensivos?
El cateterismo entra dentro de la categoría de los cuidados terapéuticos que puede requerir el paciente hospitalizado o ambulatorio. Si te interesa reunir mayor información sobre esta serie de cuidados y procedimientos de enfermería, nuestro máster en cuidados intensivos te permitirá aprender todo lo necesario.
Con esta titulación propia podrás conocer cómo se realiza un cateterismo, las causas para hacer uno y los diagnósticos obtenidos a partir de este procedimiento. Además, puedes aprender sobre las bases anatómicas y funcionales de los principales órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano, aplicadas a la valoración inicial del paciente.
Por otra parte, estudiarás la diagnosis inicial, los cuidados terapéuticos, el soporte vital básico (SVB), el soporte vital avanzado (SVA) y DEA. Así como la atención a pacientes politraumatizados, la atención a pacientes con hemorragias, con urgencias cardiocirculatorias y respiratorias y la medicación en urgencias y emergencias hospitalarias.
¿Quieres aprender del tema de manera profesional? No dudes en consultar mayor información y desarrollar un perfil más competitivo.
La persona encargada de vigilar un centro sanitario, también debe estar atenta a que todas las tareas se hagan de forma correcta y de ayudar al bienestar de los pacientes que se encuentran en dicho lugar. Este profesional debe cumplir con una serie de responsabilidades y reunir ciertos conocimientos para desempeñarse de manera adecuada. ¿Te gustaría saber las funciones del celador y el perfil que piden en un centro sanitario para ejercer este puesto? Sigue leyendo, te lo contamos todo lo que necesitas saber en este blog.
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¿Cuáles son las funciones de un celador?
El celador de un centro sanitario es el que ayuda a que el funcionamiento del lugar se haga de una forma más organizada. Además, es el que facilita el proceso con los pacientes y el que asegura la tranquilidad de los mismos, mientras están ingresados en el hospital.
La funciones de un celador están expuestas en el punto 2 del artículo 14 del Estatuto de Personal No Sanitario al Servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social. A continuación, te damos una breve explicación de cada una de ellas.
Apoya al personal sanitario
La principal función del celador es ayudar a todo el personal del centro sanitario en sus actividades diarias. Por lo tanto, brinda soporte a los auxiliares a hacer sus tareas de manera cotidiana las cuales consisten en asear a pacientes, alimentarlos, atender sus necesidades o derivarlos a las consultas correspondientes.
Igualmente, está encargado de trasladar documentos importantes como fichas de pacientes, recetas de medicamentos, autorizaciones o resultados de pruebas. Así como objetos que necesitan otro lugar del hospital.
Organiza a pacientes ingresados
Un celador organiza, señala, gestiona y explica a los pacientes ingresados en un centro sanitario como funciona todo lo que hay en su habitación.
También, controla que los pacientes no hagan mal uso de las instalaciones que tienen a su disposición, evitando así un acelerado deterioro de las mismas.
Por otra parte, moviliza a los pacientes que requieren ser trasladados de una planta a otra, o a quirófano, si tienen que someterse a una cirugía. Asimismo, acompañan a personas que van en camilla o silla de ruedas a pruebas y necesitan subir en el ascensor para moverse a otra planta.
Notifica daños o problemas en instalaciones
Como los celadores rondan por todo el edificio sanitario, pueden ser los primeros en detectar daños en las instalaciones y, por lo mismo, deben avisar al área correspondiente para que lo tengan en cuenta.
En esta misma línea, en su afán de mantener el orden y asegurar la tranquilidad del paciente, deben controlar el comportamiento de pacientes, familia y visitantes para que guarden silencio y no molesten a los ingresados.
Hace servicios de guardia
Otra de las funciones importantes del celador es hacer guardias para la vigilancia de instalaciones interiores y exteriores del centro sanitario por la noche. Por esta labor de vigilancia, el trabajador suele ser recompensado económicamente por nocturnidad.
Para saber cómo reaccionar ante una situación de emergencia, es imprescindible conocer las pautas y reglas básicas de primeros auxilios. Una correcta aplicación puede salvar vidas, y aunque sería ideal aprender a abordar algunas situaciones desde la época escolar, no siempre es así. Por ello, en el artículo de hoy hablaremos sobre cómo y cuándo se deben aplicar los primeros auxilios y veremos algunas técnicas y consejos para hacerlo correctamente. Continúa leyendo para saber más y recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestra formación especializada en primeros auxilios para enfermería.
¿Qué son los primeros auxilios?
Las situaciones de emergencia pueden darse en cualquier momento. Los primeros auxilios son aquellas medidas y técnicas que se aplican para la atención inmediata y urgente de una persona accidentada hasta que llega la asistencia médica profesional y especializada.
El objetivo principal de las técnicas de primeros auxilios es evitar que las lesiones o el estado del accidentado vaya a peor, siendo imprescindibles en algunos casos extremos para evitar la muerte de una persona hasta que se consigue asistencia médica. Por ello, dichas técnicas no solo permiten ayudar de manera física, sino que también son imprescindibles a la hora de prestar atención psicológica a la víctima y a sus acompañantes.
Actuar rápido y bien solo puede hacerse si se disponen de los conocimientos básicos y necesarios sobre primeros auxilios. Por eso, es igual de importante saber cómo reaccionar y actuar, ya que una mala práctica puede ser perjudicial para la víctima. El fin no es siempre salvar una vida, sino ser capaces de mantener las constantes vitales del herido para minimizar los riesgos y las posibles secuelas que se puedan producir.
¿Cómo puedo ofrecer auxilio a una víctima?
Por norma general, los servicios de urgencia siempre aconsejan aplicar una serie de conductas a la hora de atender a un accidentado. Dichas conductas son proteger, avisar y socorrer.
En primer lugar, se debeprotegera la víctima. Las personas que no posean conocimientos suficientes para hacerlo, no deberían hacer intentos de rescate, ya que correrían el riesgo de convertirse en nuevas víctimas. Por ello, el primer paso es señalizar la zona del accidente siempre que se dispongan de los medios necesarios para hacerlo. En caso de accidente, deben utilizarse luces y triángulos de emergencia con el fin de evitar ser golpeados por otros vehículos.
En segundo lugar, hay que contactar con los servicios de emergencia cuanto antes paraavisar, de lo ocurrido. Dentro de los servicios de emergencia se distinguen: los sanitarios (112), de extinción de incendios (bomberos) y de salvamento o seguridad ciudadana (Policía y Guardia Civil).
Por último, y en tercer lugar, hay que socorrera la víctima de forma eficaz, aplicando las técnicas de primeros auxilios necesarias. En el caso de no tener los conocimientos suficientes para aplicarlas correctamente, es preferible mantenerse cerca de la víctima sin realizar ninguna maniobra o técnica, recordando que siempre se puede proporcionarapoyo psicológico. En este sentido, es recomendable permanecer al lado de la víctima y hablarle con voz calmada para tranquilizarle hasta la llegada de los profesionales sanitarios.
Normas generales frente a situaciones de emergencia
Con independencia del accidente o lesiones ocasionadas, se deben seguir una serie de normas generales con el fin de no empeorar la situación y no producir más daño. Estas son:
Evitar el pánico y la precipitación
Intentar proteger de nuevos riesgos a la víctima, así como a nosotros mismos
Evitar cambios de posición hasta que se determine el tipo de lesión a no ser que la actual posición de la víctima le pueda generar lesiones adicionales
Tranquilizar a la víctima
Mantener la cabeza de la víctima al mismo nivel que el tronco, excepto cuando exista dificultad respiratoria
En casos de náuseas o vómitos girar la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones
Conseguir la desobstrucción de las vías respiratorias de la víctima para evitar la asfixia. Si fuese necesario habría que extraer o retirar los cuerpos extraños y la lengua caída hacia atrás
En caso de que el paciente no respire por sí solo habrá que ventilarlo desde el exterior mediante la técnica del boca a boca hasta disponer de un dispositivo mecánico
Valorar la frecuencia cardiaca y el sistema circulatorio tomando el pulso a la víctima. De esta manera se puede valorar la frecuencia y ritmo cardiaco y la tensión arterial
En caso de presentar heridas o hemorragias, se debe controlar la pérdida de sangre
En ningún caso se deben administrar fármacos y/o estimulantes, así como alcohol, alimentos o agua
Explicar a la víctima los pasos a seguir para evitar que entre en pánico
No alejarse de la víctima en ningún caso independientemente de si está moribunda, muy enferma o herida de gravedad. Aunque no podamos hacer nada, jamás debe sentirse sola.
¿Ante qué situaciones debo poner en práctica los primeros auxilios?
Una pregunta muy común es cuándo se deben aplicar los primeros auxilios. Los casos más comunes en los que se debe brindar asistencia son:
Ante un atragantamiento o asfixia
Ante fracturas, para acomodar los huesos antes de que llegue la asistencia
Ante heridas o quemaduras
Ante desmayos
Ante hemorragias
Ante traumatismos
Qué incluir al botiquín de primeros auxilios
Recordemos que los accidentes también pueden pasar dentro de casa. Por ello es ideal tener a mano siempre un botiquín que cuente con todas las herramientas necesarias en caso de emergencia. El botiquín debe situarse en un lugar accesible o fácil de encontrar. También es imprescindible ir revisando con regularidad el estado de los elementos que contiene dicho botiquín, de esta manera podremos deshacernos de aquellos productos caducados o en mal estado. Un botiquín de primeros auxilios debe contener principalmente:
Guantes de látex y mascarillas quirúrgicas
Gasas, vendas, apósitos estériles, apósitos autoadhesivos y una tijera
Cinta hipoalergénica
Jabón neutro
Agua oxigenada
Alfileres de gancho
Colirio o suero fisiológico
Alcohol líquido y desinfectante en gel para manos
Compresas de hielo
Vaselina u otro lubricante
Termómetro
Antiácidos
Formación en primeros auxilios
En Escuela Clínica y de Ciencias de la Salud somos conscientes de la importancia de los primeros auxilios. Por eso, ofrecemos diferentes titulaciones especializadas con el fin de ofrecer y sensibilizar a las personas sobre la importancia de conocer los procedimientos que deben seguir ante situaciones de emergencia sanitarias. Dentro de nuestra oferta formativa podréis encontrar diferentes especializaciones que permiten adquirir toda la información teórica necesaria para salvar vidas.
Las hemorragias nasales son más comunes de lo que parece. Muchas de ellas se producen como consecuencia de pequeñas irritaciones o resfriados. La hemorragia nasal es comúnmente conocida como epistaxis y se caracteriza por la existencia de derrames de sangre procedentes de los vasos sanguíneos situados en la parte anterior del tabique nasal o en un punto posterior de la fosa nasal. A continuación, te contamos todo sobre ella. Recuerda que puedes estudiar y ampliar tu formación mediante nuestra oferta formativa especializada en medicina y la salud.
¿Qué es la epistaxis?
La nariz tiene gran cantidad de vasos sanguíneos que, al ser muy pequeños, pueden sangrar fácilmente. El aire que se respira por la nariz puede provocar sequedad e irritar las membranas que recubren y protegen su interior. Debido a esta sequedad, se crean costras que sangran cuando se irritan. Estas hemorragias son más usuales en invierno, cuando hacen su aparición virus que provocan el resfriado o gripes y el aire en interiores es más seco.
La mayoría de las hemorragias suele darse en la parte delantera del tabique nasal, ya que es aquí donde tiene lugar la separación de ambos lados de la nariz. Menos frecuente son las epistaxis que se presentan en la parte alta del tabique o en una zona más profunda de la nariz como son los senos nasales y la base del cráneo. Este último caso es más complicado de controlar.
Síntomas de la epistaxis
El principal síntoma es el sangrado por la nariz. Normalmente, este tipo de hemorragia suele ser escasa y de poca duración (menos de quince minutos). En caso de ser más grave, la sangre puede fluir por una de las partes o ambos orificios nasales (bilateral).
Otros síntomas que puede tener la epistaxis son:
Mareos
Náuseas y vómitos
Taquicardia
Sudoración alta
Hipotensión
Causas principales de la epistaxis
Al hablar de las causas que provocan la epistaxis, observamos que los sangrados se producen debido a factores predisponentes, es decir, tras la exposición a elementos en ambientes secos y al sudor de descongestionantes (vasoconstrictores) tópicos. Dentro de las causas, podemos encontrar dos tipos: las locales y las generales.
Causas locales
A causa de rinitis seca y atrófica.
Debido a infección en las fosas nasales como rinosinusitis o enfermedades granulomatosas como la tuberculosis, la enfermedad de Wegener, sífilis, etc.
Provocada por desviaciones o perforaciones del tabique
Cuerpos extraños introducidos en la nariz
Aparición o presencia de tumores benignos o malignos en las fosas y senos paranasales
A consecuencia de traumas nasales accidentales debido a un golpe o quirúrgicos tras una operación en la zona
Causas generales
Enfermedades como la hipertensión arterial o la vasculopatía diabética.
Por motivo hormonal durante la pubertad o el embarazo al producirse un aumento de la vascularización de la mucosa nasal.
Discrasias sanguíneas como coagulopatías congénitas como la hemofilia o por el uso excesivo de anticoagulantes o antiagregantes.
Anomalías vasculares como la enfermedad de Rendu-Osler-Weber o malformaciones arterio-venosas.
Consecuencias de la epistaxis
En la mayoría de casos, las hemorragias nasales se suelen detener sin necesidad de tener que acudir a un médico y duran entre quince y veinte minutos. Aunque, cuando el sangrado está formado en segmentos posteriores, es recomendable acudir a un especialista que se encargue de detenerla. Este último tipo puede llegar a ser peligroso y son habituales tras una lesión u ocasionados por una alta presión sanguínea, desórdenes nasales, arterioresclerosis, etc.
En algunas ocasiones, es posible que el sangrado de la nariz sea aviso de que existe otro problema más serio, como pueden ser alteraciones en la coagulación sanguínea o la presencia de algún tumor nasal.
Precauciones principales a tener en cuenta
En el momento en que se produce una epistaxis debemos tomar una serie de precauciones:
Mantener una postura neutral de la cabeza y no echarla hacia atrás para que no se produzca deglución o aspiración de la sangre.
Se debe presionar pinzando las narinas durante unos quince minutos.
Se puede introducir un algodón o gasa mientras se realiza cierta presión, o bien impregnar el algodón con agua oxigenada antes de introducirlo en la nariz para conseguir un mayor efecto hemostático.
Para prevenir futuros sangrados se recomienda hidratar las fosas nasales con una pomada nasal o vaselina neutra. Se desaconseja la manipulación digital en fosas nasales para limpiarlas, en su lugar es mejor lavarlas con suero fisiológico o agua de mar.
Si se da un episodio de epistaxis, el paciente ha de intentar mantenerse en calma, ya que los sangrados nasales suelen ser breves y tienen su origen en las fosas nasales.
Si, a pesar de todas las acciones anteriores, el sangrado activo persiste, lo mejor es acudir al médico o especialista.
Tratamiento de la epistaxis
La inmensa mayoría de los sangrados de la nariz terminan deteniéndose por sí solos, sin que sea necesario contar con ayuda externa dentro siempre, como máximo, de los quince minutos siguientes. Sin embargo, ciertas hemorragias que se producen en la parte posterior de la nariz pueden resultar más graves y es necesaria la atención médica.
De forma local y autónoma, el paciente ha de:
Mantener la calma, sentarse e inclinarse hacia delante
No rascarse ni frotarse la nariz
Apretarse la nariz
Evitar hacer esfuerzos innecesarios como levantarse bruscamente, entre otros
En casos donde el sangrado es más grave, se puede tratar por medio de la cauterización, aunque antes es conveniente localizar e identificar el origen donde se está produciendo la hemorragia. Otra opción es recurrir al taponamiento nasal anterior, aunque se requiere hospitalización del afectado.
En última instancia, es posible que se tenga que realizar algún tipo de tratamiento quirúrgico para controlar definitivamente el sangrado. En este caso podemos encontrar tres métodos, que son la electrocoagulación, la ligadura arterial o la fotocoagulación láser, y cuya aplicación requiere el uso de anestesia general o sedación, así como de elementos como la endoscopia.
Para que nos mantengamos con vida, la circulación sanguínea es algo primordial. Gracias a este proceso, se transporta oxígeno, nutrientes y hormonas, entre otras sustancias necesarias, a las células de todo nuestro cuerpo a través de las arterias, los capilares y las venas. Sin embargo, existen diversos riesgos o patologías que complican este proceso. En el artículo de hoy, vamos a analizar cuáles son y cómo pueden tratarse o evitarse. Recuerda también que si te interesa este sector de estudios, puedes especializarte con nuestra formación especializada en Cuidados de Patologías Cardiovasculares.
Cómo funciona la circulación sanguínea
Como bien sabemos, el corazón funciona en nuestro organismo como una bomba, que suele latir entre 60 y 100 veces por minuto. En cada uno de esos latidos, el corazón envía sangre a todo el cuerpo. Una vez finalizado ese tramo y antes de volver a realizarlo de nuevo, la sangre vuelve al corazón. Desde allí, se bombea hacia los pulmones para cargarse de oxígeno de nuevo para poder repetir el ciclo una y otra vez. El recorrido que sigue la sangre siempre va en la misma dirección y, como podéis imaginar, es un movimiento involuntario sin el cual no podríamos vivir.
Por otro lado, el sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que permiten esta circulación sanguínea. Estos vasos funcionan como carreteras y uniones entre el corazón y el resto de partes de nuestro organismo. Podemos diferenciar, principalmente a las arterias, que transportan la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo, y las venas, que trasportan la sangre desde el cuerpo hasta el corazón.
Algunas patologías del sistema circulatorio
Aneurisma de aorta abdominal, que afecta al vaso principal del cuerpo que suministra sangre oxigenada. Ocurre cuando la pared de la aorta se debilita en el área del abdomen. Normalmente se debe a una presión arterial alta.
Enfermedad coronaria, que es el tipo más común de enfermedad cardíaca. Se produce generalmente cuando se acumulan placas y colesterol en el interior de las paredes de las arterias coronarias.
Infarto de miocardio, o ataque cardíaco, que ocurre cuando hay una obstrucción del flujo de sangre al tejido cardíaco.
Enfermedad de Raynaud, un trastorno que hace que los vasos sanguíneos se estrechen cuando se tiene frío o se está estresado.
Várices, una dilatación anormal de las venas, habitual sobre todo en las piernas, causada por la acumulación excesiva de sangre en su interior.
Cómo evitar la mala circulación sanguínea
Las causas de los problemas circulatorios no solo dependen de nosotros mismos, sino que también dependen de enfermedades o patologías específicas como las que hemos visto anteriormente. Además, debemos tener en cuenta que también influyen los genes, elcolesterol altoypresión arterial alta, algunas lesiones, el tratamiento excesivo de medicamentos como aquellos que incluyen hormonas o los malos hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol entre otros.
Sin embargo, no es algo que no se pueda disminuir o remediar. A continuación, os dejamos algunos consejos para que podáis mantener sanos vuestro corazón y una correcta circulación sanguínea:
Realizar mucho ejercicio físico.
Llevar una dieta nutritiva y sana, evitando las grasas saturadas.
Reducir la ingesta de grasas saturadas.
Tratar de no permanecer sentado por períodos prolongados.
Evitar los cambios de temperatura elevados, sobre todo en las piernas.
Mantener un peso saludable.
Evitar el tabaco.
Realizar revisiones médicas con regularidad.
Informar a tu médico sobre cualquier antecedente familiar relacionado con problemas de corazón.
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