Bronceador casero para lucir una piel dorada

La exposición solar puede ser perjudicial para nuestra salud. Sobre todo, si se realiza sin protección. Muchas personas anteponen una piel bronceada a una sana, olvidando las terribles consecuencias que pueden sufrir. Sin embargo, en Escuela Clínica hemos encontrado una solución que te ayudará a conseguir un tono de piel dorado sin ponerte en riesgo. ¿Quieres descubrirlo? Continúa leyendo y aprende a elaborar un bronceador casero. Recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestra formación especializada en Dermatología y Cosmética.

¿Bronceador o protector?

Para muchas personas, una piel bronceada es sinónimo de salud y bienestar. Sin embargo, no siempre ha sido así. En la antigüedad, las pieles blancas eran sinónimo de poseer un estatus social alto, puesto que las clases bajas eran las que trabajaban de sol a sol. Con el paso de los años, la sociedad del siglo XX comenzó resaltar el tono de piel bronceado, ya que por aquel entonces las clases sociales más altas viajar a destinos exóticos, luciendo pieles bronceadas los 365 días del año.
Por ello no es de extrañar que, con la llegada del verano, los protectores solares y los bronceadores se hayan convertido a día de hoy en productos imprescindibles para muchas personas. Dentro de este punto, cabe estacar que ambos productos no son lo mismo. Utilizarlos de forma adecuada es imprescindible para no poner en riesgo la salud de nuestra piel.

Los bronceadores preparan la piel para tomar el sol. Si sus ingredientes son naturales, tales como aceites y extractos vegetales, tu piel estará hidratada y a medida que los ingredientes se vayan absorbiendo, la piel irá adquiriendo ese color dorado del que hablábamos anteriormente. Sin embargo, este producto no protegerá tu piel de los rayos UVA, a no ser que se indique lo contrario, ya que no se trata de un protector solar. Unirlos es la mejor manera de tomar el sol y broncearnos la piel.

¿Cómo hacer un bronceador casero?

Existen diferentes formas de crear un bronceador casero natural que te ayude a conseguir un tono de piel más bronceado pero sin exponerte al sol. Además, puedes realizarlo en casa de forma rápida y sencilla. Aquí te dejamos algunas recetas:

Bronceador casero con café

Para ello, necesitarás: una cafetera, café molido natural, un vaso de agua, una crema hidratante incolora o blanca y un bote con pulverizador vacío. Una vez tengas los ingredientes, deberás llenar los depósitos de la cafetera con el agua y el café. Prepáralo de forma habitual y, cuando esté listo, espera a que se enfríe. Una vez frío, mezcla la cantidad que desees de café, según el tono que quieras conseguir, con la loción corporal. Mézclalo bien y cuando tengas una mezcla homogénea, introdúcela dentro del bote. Agítalo bien, aplícatelo y extiéndelo por todo el cuerpo de forma uniforme hasta conseguir el efecto deseado. Utilízalo cada 10-15 días.

Bronceador de zanahoria, canela y miel

Necesitarás: 4 zanahorias sin pelar, 3 cucharadas de canela en polvo, 1/2 jarra de agua y 1 cucharada de miel. Corta las zanahorias, mézclalas con la canela en la licuadora y bátelos hasta que quede una pasta espesa y homogénea. Añade el agua a la pasta, hasta conseguir la consistencia que desees, y la cucharada de miel. Vuelve a batirlo todo a máxima potencia durante 1 o 2 minutos y ya tendrás listo tu bronceador casero de miel, canela y zanahoria. Utilízalo posteriormente a la exposición solar, ya que la potenciará sin arriesgarte. Para facilitar su uso, puedes colocarlo dentro de un bote con pulverizador.

Bronceador de té negro

Por último, para este bronceador casero necesitarás: 15 bolsitas de té negro y medio litro de agua. Pon a hervir el agua y sumerge las bolsas de té cuando esté hirviendo. Ayúdate con una cucharilla y, una vez bien mezcladas, deja reposar hasta que el agua esté fría. Vierte la mezcla en un bote vacío con pulverizador y rocíala por todo tu cuerpo de forma uniforme antes de tomar el sol.

¿Qué significa sufrir menopausia precoz o prematura?

Llegada cierta edad, a un gran número de mujeres les preocupa todo lo que conlleva sufrir la menopausia. Sin embargo, pocas veces se habla de la menopausia precoz. Ésta afecta a un 6% de mujeres, lo que conlleva que un gran número de mujeres dejen de ser fértiles a una temprana edad. Continúa leyendo para saber más acerca de este trastorno y recuerda que puedes especializarte con nuestro Máster experto en Trastornos Menopáusicos.

¿Qué es la menopausia precoz?

Todos conocemos qué es la menopausia. Este concepto hace referencia al momento, en la vida de una mujer, en el que deja de ovular y por ende, en el que finaliza su período menstrual de forma progresiva. Por regla general, la menopausia aparece entre los 40 y 50 años, siendo en España los 51 años la edad promedia según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

Sin embargo, hablamos de menopausia precoz cuando este proceso se adelanta y ocurre en edades por debajo de los 40. La edad fértil de una mujer va desde su primera menstruación, hasta la menopausia, que suelen ser aproximadamente unos 30 o 35 años, siendo el periodo más fértil entre los 18 y los 35 años. Por este motivo, la menopausia precoz es tan importante, porque conlleva que la mujer deje de ser fértil mucho antes de lo que debería. Según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la sufren una de cada 100 mujeres menores de 40 años y una de cada 1.000 mujeres antes de los 30 años en nuestro país.

Causas principales

Entre las causas principales de la menopausia precoz o prematura se encuentran principalmente:

  • Los antecedentes familiares, es decir, mujeres pertenecientes a la familia que hayan sufrido menopausia precoz o prematura.
  • El consumo de tabaco.
  • Los tratamientos de quimioterapia o radiación pélvica debido a un cáncer.
  • La extirpación quirúrgica de ambos ovarios.
  • Una histerectomía.
  •  Enfermedades autoinmunes, como la tiroides, la artritis reumatoidea o el VIH.

Síntomas y tratamientos de la menopausia precoz

La respuesta es sí. Los principales síntomas de la menopausia precoz son:

  • Los cambios bruscos de humor y peso.
  • Los sofocos y/o sudores nocturnos.
  • La sequedad de la epidermis y/o vaginal.
  • El dolor de cabeza continuado y su aparición al mantener relaciones sexuales.
  • La disminución del deseo sexual, insomnio o alteraciones del sueño.
  • La incontinencia urinaria u irritabilidad de la vejiga.

Como podréis imaginar, no existe ningún tratamiento que pueda hacer que los ovarios vuelvan a funcionar con total normalidad. Existe un tratamiento denominado TRH (terapia de reemplazo hormonal), sin embargo, no es aconsejable para aquellas mujeres que padezcan cáncer de mama o de útero, tengan antecedentes de trombosis o sufran enfermedades hepáticas graves entre otras.

Para que el tratamiento pueda llevarse a cabo, hace falta un estudio personal de la paciente para deliberar si es conveniente o no llevarlo a cabo. Por ello, ante cualquier tipo de duda,  es necesario acudir a un especialista para que pueda determinar las causas y el tratamiento adecuado a seguir para disminuir los síntomas al máximo.

Síndrome de piernas cansadas, ¿cómo puedo combatirlo?

Se estima que, en nuestro país, casi tres millones de personas padecen el síndrome de piernas cansadas. Se trata de una patología que es casi cinco veces más frecuente en mujeres que en hombres. Pesadez, falta de agilidad o sensación de hinchazón son algunos de sus principales síntomas. Descubre cómo prevenir su aparición y qué tratamientos pueden ayudar a reducirlo en este artículo. Recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster experto en Tratamientos Corporales.

¿Cuál es la causa de las piernas cansadas?

La principal función de nuestras venas es recoger toda la sangre que recorre nuestro cuerpo para llevarla al corazón, donde se oxigena y sale disparada de nuevo hacia todos nuestros órganos y tejidos. Cuando se trata de las piernas, tenemos que tener en cuenta que, para que la sangre circule en contra de la gravedad, la contracción de los músculos que las forman funcionan como una bomba que presiona las venas e impulsa la sangre para su correcta circulación. Sin embargo, a veces el retorno venoso no es suficiente, lo que puede provocar una dilatación en las venas. En consecuencia, es normal sentir hinchazón y pesadez en las piernas, ya que se trata de uno de los primeros síntomas que aparecen cuando se padece de piernas cansadas.

Si esto perdura en el tiempo, la tensión que se crea en las paredes venosas aumenta, lo que conlleva a que se vuelva menos elástica y pierda la capacidad de contención de la sangre. De este modo aparecen lo que conocemos como varices.

Tal y como comentábamos al inicio del artículo, las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir esta insuficiencia venosa, y por ende piernas cansadas. Sin embargo, los hombres también pueden sufrir sus consecuencias. Algunos de los factores que influyen directamente en este problema de salud son:

  • Cambios hormonales, sobre todo femeninos, en los que el cuerpo experimenta una retención de líquidos mayor de lo habitual provocando dolor o malestar en las piernas
  • Malos hábitos, como el sedentarismo, que pueden provocar una mala circulación y por consecuencia dolor y pesadez en las piernas
  • Mala alimentación, ya que el sobrepeso y la obesidad son dos de las causas más comunes de las piernas cansadas
  • El calor o las altas temperaturas, que provocan dilatación en las venas y retención de líquidos en las piernas
  • El consumo de alcohol y tabaco, ya que afectan directamente a las paredes venosas, afectando directamente a las válvulas que retienen o permiten que la sangre circule

¿Cómo podemos prevenirlo?

  1. Manteniendo unos altos niveles de hidratación, ya sea a través del consumo de agua como de frutas o zumos naturales. Las cremas también son un buen aliado en este punto, sobre todo en invierno
  2. Evitando el calor local
  3. Elevando las piernas siempre que sea posible, por ejemplo cuando vayas a dormir o a descansar. También evita sentarte o estar de pie durante largos periodos de tiempo
  4. Manteniendo una alimentación sana y equilibrada, rica en fibra y evitando el consumo ultraprocesados, alcohol, tabaco o refrescos azucarados
  5. Caminando a diario, ya que además de los beneficios que aporta de por sí practicar deporte, la actividad física evitar la hinchazón y el cansancio de piernas
  6. Realizando baños fríos para disminuir la sensación de pesadez en las piernas. Masajearlas también es recomendable sobre todo para aliviar el cansancio y favorecer la circulación

Tratamientos para las piernas cansadas

Terapia compresiva

Este tratamiento consiste, principalmente, en aplicar cierta presión externa sobre determinados puntos de las piernas para favorecer la circulación y la desaparición o mejora de las avrices. Se realiza de manera decreciente y mediante el uso de vendas o medias de compresión elástica, entre otros.

Fitoterapia

Gracias al uso de las plantas como remedio medicinal, se ha descubierto que algunas de ellas mejorar y favorecen la circulación sanguínea. Entre ellas destacan el ginkgo biloba, el castaño de indias, el rusco, la centella asiática o el hamamelis virginiana.

Hidroterapia

Los masajes y las duchas frías siempre han sido un gran aliado para estimular y favorecer las paredes venosas. La aplicación de geles o cremas de efecto frío también ayudan a favorecer el retorno venoso.

Recuerda que todos los tratamientos deben ser realizados o acompañados por un profesional.

Qué es la afasia, tipos y causas

La afasia es una afección que impide que te comuniques con normalidad. Su evolución es difícil de predecir, ya que varía según su origen, tipo y edad del paciente. A continuación, veremos en profundidad de qué trata este concepto, cuáles son sus síntomas y cómo puede prevenirse. Recuerda que si te interesa este sector de estudio, puedes especializarte con nuestro máster en detección de patologías del lenguaje y del habla.

¿Qué es la afasia?

Cuando hablamos de afasia nos referimos a la consecuencia de una lesión en las partes del cerebro que controlan el lenguaje. Normalmente, las zonas afectadas del cerebro son el lóbulo frontal izquierdo, el lóbulo temporal izquierdo, la parte posterior e inferior del lóbulo parietal izquierdo y las conexiones entre ellas. Esta afección puede dificultar la lectura, la escritura y la expresión oral del paciente.

La afasia puede sufrirse a cualquier edad, ya que depende de diversos factores. Sin embargo, es habitual en ancianos o en personas de mediana edad. La gravedad y las consecuencias dependen también del grado y extensión de la lesión cerebral. Principalmente se pueden distinguir cinco tipos:

Afasia receptiva

Se produce cuando la lesión tiene lugar en las áreas temporo-parietales, donde se ubica el área de Wernicke. Se caracteriza porque el paciente puede escuchar la voz de las personas que lo rodean y ver palabras escritas en un papel sin lograr entender lo que escucha o lo que lee. A pesar de poder hablar con fluidez y a un ritmo natural, las frases que dicen o escriben suelen ser incoherentes. Además, no son conscientes de dichas faltas o errores gramaticales.

Afasia expresiva

Se produce cuando la lesión tiene lugar en el frontal izquierdo, donde se encuentra el área de Broca. La mayoría de los pacientes que la presentan tienen también un déficit motor del hemicuerpo derecho. A diferencia del tipo anterior, en este tipo de afasia el paciente es consciente de sus limitaciones. La expresión verbal se ve muy afectada en este tipo de afasia, al igual que la comprensión lectora. El paciente suele entender el significado de las palabras y sabe qué desea responder, pero encuentra dificultades expresarse con las palabras adecuadas. Por ello, interacciona poco y cuando lo hace suele ser con frases cortas y simples.

Afasia anómica

Se trata del trastorno afásico más común. El paciente tiene problemas para recordar conceptos, nombres, objetos, lugares… Cuando se expresa, suele darle vueltas a la cabeza, creando expresiones o frases con muchas palabras que le permitan expresar algo que hubiera podido decirse con una o con muy pocas palabras en condiciones normales.

Afasia de conducción

En este tipo la lesión radica a nivel temporal. Se pierde la capacidad de repetir lo que se oye o la comprensión de las frases. El paciente suele usar palabras equivocadas, expresándose a través de oraciones sin sentido.

Afasia global

Por último, este tipo de afasia es la más grave. Impide que el paciente pueda hablar, entender, leer o escribir, por lo que la persona no puede comunicarse por medio del lenguaje.

Causas principales y posible prevención

Una de las causas más frecuentes de este tipo de trastorno es el accidente o derrame cerebrovascular. Se produce cuando un vaso sanguíneo se bloquea o se rompe, impidiendo que el flujo de sangre y el oxígeno lleguen a todo el tejido cerebral. Sin embargo, también existen otras causas como los tumores cerebrales, los traumatismos craneoencefálicos causados por duros golpes en la cabeza, las infecciones o incluso la demencia o el Alzheimer. En algunas ocasiones, los episodios temporales de afasia pueden producirse a causa de las migrañas, de convulsiones o de un accidente isquémico transitorio.

Como veíamos anteriormente en los tipos, los síntomas afectan directamente a la forma que tiene los pacientes de expresarse. Por ello, para su prevención, es importante prestar atención a cualquier causa que pueda provocar esta afección. Para ello, se deben evitar todo tipo de lesiones cerebrales, manteniendo unos niveles de colesterol en sangre, evitando excesos con el tabaco o el alcohol o manteniendo una dieta sana y equilibrada para evitar cualquier causa de sobrepeso.

La terapia del habla y del lenguaje es imprescindible para este trastorno, ya que procura mejorar la capacidad de comunicación del paciente. Además, ayuda a encontrar otros métodos que permitan al paciente comunicarse con los demás.

Las causas y consecuencias de trastorno disocial

Para poder convivir en sociedad, es necesario el cumplimiento de una serie de normas básicas que garanticen una convivencia respetuosa y sana con los demás. Sin embargo, las personas que padecen el trastorno disocial violan ese cumplimiento con comportamientos egoístas e insensibles. Se relaciona principalmente con la agresividad en niños y niñas, ya que aparece, de forma general, en la infancia. A continuación, veremos en profundidad las posibles causas de dicha patología y recuerda que, si te interesa el sector, puedes especializarte con nuestro Máster en Psicología Infantil + Máster en Atención Temprana.

¿Qué es el trastorno disocial?

Según la última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el trastorno disocial se define como una alteración propia de sujetos menores de edad que a lo largo de su infancia presentan un patrón de comportamiento continuado caracterizado por la presencia de una violación sistemática de las normas sociales y los derechos de los demás durante al menos doce meses.

Principalmente las personas afectadas padecen ataques de ira a otras personas o incluso animales, perjudicando también otros aspectos de su vida como por ejemplo el rendimiento escolar o las relaciones sociales. También suelen presentar niveles bajos de empatía o sentimientos hacia los demás. Actúan sin pensar mucho en las consecuencias de sus actos, de manera impulsiva, con comportamientos arriesgados y con baja tolerancia a la frustración.

Principales síntomas

Como ya hemos mencionado anteriormente, el trastorno disocial se caracteriza por un comportamiento muy agresivo, por lo que los síntomas principales que se manifiestan son:

  • Nulo sentido de culpabilidad
  • Mentiras recurrentes
  • Abusos, agresiones o actos de crueldad
  •  Perfil egoísta e irresponsable
  • Arrogantes, con aires de superioridad
  • Manipuladores y amenazantes
  • Interpretan las reacciones de los demás como un peligro
  • Son crueles con los animales y les es indiferente el malestar de los demás
  • Suelen pelearse frecuentemente

A consecuencia de dicho trastorno, algunos niños o adolescentes pueden llegar a padecer otro tipo de trastornos añadido como la depresión, la hiperactividad, o el déficit de atención.

Causas asociadas al trastorno disocial

Según confirman los estudios realizados, existen varias posibles causas que pueden provocar el trastorno disocial:

El factor social y psicológico

A nivel psicológico y social, se ha observado que muchos de estos niños parten de hogares en los que existen problemas de conducta y marginalidad. Esto quiere decir que lo que los niños que hayan crecido en hogares o ambientes donde dichos problemas existan y sean frecuentes, tienen más probabilidades de desarrollar este tipo de trastorno.

Otro de los motivos relacionados con el trastorno disocial está directamente relacionado con el tipo de educación que reciben los niños o adolescentes desde que son pequeños. Si se les educa de forma autoritaria o en cambio siendo muy permisivos, la tendencia a desarrollar dicho trastorno aumente. Por ello, es muy importante llevar a cabo una educación equilibrada manteniendo un ambiente en casa favorable.

El factor biológico

Aunque parezca imposible, los genes también tienen una parte importante en este sentido. La falta de responsabilidad, honestidad, madurez o empatía pueden ser motivo de factores biológicos propios de su genética. El desarrollo del lóbulo frontal también tiene una relación importante, ya que es el responsable de los procesos cognitivos. Se encarga de planificar, elegir y tomar las decisiones conscientes y voluntarias relacionadas con la conducta y también con sus consecuencias. Por ello, una malformación o desarrollo del lóbulo frontal puede estar directamente relacionada con este tipo de trastorno.

Alergias primaverales, síntomas y tratamientos

La llegada del buen tiempo es para algunas personas casi una tortura debido a las alergias primaverales. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica, la polinosis afecta alrededor de 8 millones de españoles. Por ello, en el artículo de hoy vamos a ver cuáles son las alergias principales de esta estación del año, así como sus síntomas y posibles tratamientos. Recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster experto en Urgencias Alergológicas.

Las alergias primaverales más comunes

Denominamos alergia a toda aquella alteración que presenta nuestro sistema inmunológico cuando se expone a una sustancia u organismo inofensivo, pero que identifica como invasor. Estas sustancias le provocan una extrema sensibilidad, provocando alteraciones de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo. Como consecuencia, el sistema inmunológico libera histaminas para combatir dicha sustancia u organismo, lo que provoca lo ciertos síntomas como la picazón, los estornudos repetidos o los ojos llorosos.

Tal y como comentábamos anteriormente, las alergias primaverales las sufre un gran porcentaje de población. El principal causante es el polen, por ello, la peor época del año para la mayoría de alérgicos y alérgicas es la primavera, ya que la polinización tiene lugar en esta estación. Durante este proceso de reproducción, una sola planta produce miles de granos de polen, que no pueden apreciarse a simple vista, pero que son los principales responsables del malestar de los pacientes.

En nuestro país, el polen de las gramíneas es casi el principal causante de la mayoría de alergias primaverales. Este tipo de plantas predomina en el Centro y en el Norte del país, mientras que en la costa Mediterránea es más frecuente la alergia causada por la Parietaria judaica, conocida también como pegajosa. Sin embargo, en la zona Sur, la alergia al polen del olivo es también bastante frecuente.

El clima y la localización, como veíamos anteriormente, tienen también su importancia en este sentido. La lluvia es uno de los factores principales a tener en cuenta, ya que a menos precipitaciones llueva, menos limpieza de atmósfera y por ende más intensas pueden llegar a ser las alergias. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que las excesivas precipitaciones en primavera favorecen aún más la floración y polinización, por lo que pueden provocar mayores alergias. También hay que tener en cuenta que, aunque parezca contradictorio, las zonas no rurales suelen registrar mayores casos de alergia debido a que la contaminación atmosférica favorece su aparición. 

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

A pesar de ser la causa principal, el polen no es el único causante de las alergias ya sean primaverales o no. Los ácaros del polvo, las esporas de moho, el pelo o la caspa de animales, algunos alimentos, las picaduras de insectos e incluso algunas medicinas son otros de los principales causantes de las alergias a nivel mundial.

Las reacciones alérgicas se manifiestan de distinta forma según el nivel de alergia de cada individuo. Generalmente, los síntomas causados por las alergias primaverales no son graves, pero llegan a ser muy molestos. Los más frecuentes suelen ser:

  • Picor en ojos y nariz, lagrimeo o sensación de arenilla ocular.
  • Rinoconjuntivitis o rinitis alérgica.
  • Estornudos frecuentes.
  • Tos seca.
  • Dolor de cabeza.
  • Fatiga y cansancio durante todo el día.

¿Cómo puedo reducir o tratar los síntomas alérgicos?

La mayoría de pacientes son tratados con antihistamínicos recetados y recomendados por un profesional médico o alergólogo/a. Como comentábamos anteriormente, cada persona tiene un nivel u otro de alergia, al igual que de síntomas. Es por ello que debe ser un profesional el que recomiende a cada uno de los pacientes cuál es el tipo de tratamiento que más se adapte a sus necesidades.

Eliminar la alergia de nuestras vidas es casi imposible, ya que el factor genético también influye en este caso. Sin embargo, si que se pueden prevenir y reducir sus síntomas al máximo. a continuación, os dejamos algunos consejos:

  • Acudir a un especialista que estudie concretamente el caso, realizando las pruebas pertinentes y necesarias.
  • Realizar lavados nasales de agua salada para limpiar el polen, el polvo y otros residuos de los conductos nasales.
  • Evitar salir al exterior o realizar ejercicio físico al aire libre durante la polinización.
  • Viajar en coche con las ventanas cerradas.
  • Evitar ventilar a primera hora de la mañana o durante el atardecer.
  • Evitar el uso de plantas con flores en el dormitorio.
  • Utilizar gafas de sol cuando se salga al exterior.
  • Utilizar productos anti-moho para evitar su aparición en casa.
  • Evitar remover el polen o el polvo.

Los tratamientos estéticos faciales más populares

La cosmética es una disciplina derivada de las ciencias de la salud que persigue cumplir con tres funciones: la higiénica, la eutrófica y la estética. Sin embargo, según la piel y las necesidades de cada persona, la cosmética no termina por cumplir al 100% la función estética. Es en este punto cuando generalmente se suele recurrir a los tratamientos estéticos.

En el artículo de hoy, veremos cómo se clasifican los tratamientos faciales más populares y para qué se utiliza cada uno de ellos. ¿Nos acompañas?

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¿Qué son los tratamientos estéticos?

Los tratamientos estéticos se basan en la aplicación de diversas técnicas para prevenir y/o mejorar la aparición de arrugas y flacidez. Existen muchas técnicas y métodos diferentes dependiendo del tipo de arruga o marca a tratar. Por ello es importante que primero se aprenda a diferenciar bien qué tipos de arrugas existen y qué se quiere conseguir con dicho tratamiento.

Tipos de arrugas

En el ámbito de la medicina estética, se habla de arrugas estáticas y de arrugas dinámicas. Las primeras son aquellas que se forman poco a poco con el paso de los años y el tiempo. Su causa principal es la desaparición progresiva de diversas sustancias que componen la piel, como por ejemplo el colágeno. Suelen presentar algo de flacidez y pérdida de volumen en la zona del escote, el mentón, los labios o en la zona de las ojeras.

Por otro lado, están las arrugas dinámicas, que son aquellas que se forman por la acción repetida y natural de los tejidos, por ejemplo, debido a nuestros gestos de expresión. Son arrugas que aparecen principalmente en el entrecejo, la frente o patas de gallo.

Principales tratamientos estéticos faciales

Según lo que se desee conseguir o tratar, se pueden distinguir dos clasificaciones principales:

Tratamientos no invasivos

Los tratamientos no invasivos son aquellos que no requieren de una intervención quirúrgica para llevarlos a cabo, por lo tanto, tampoco requieren una recuperación. Entre ellos destacan:

Policaprolactona

Este tratamiento es un procedimiento estético que se utiliza para eliminar las arrugas y dar volumen, principalmente en la zona de los pómulos. Se trata de un relleno de la dermis que provoca un efecto tensor con un resultado muy natural. Además de utilizarse para rellenar pliegues y arrugas, también sirve para mejorar la calidad de la piel.

Mesoterapia facial

Este es otro de los tratamientos de medicina estética más demandados actualmente. Consiste en aplicar microinyecciones de antioxidantes, coenzimas, aminoácidos y vitaminas para mejorar la elasticidad de la piel. La mesoterapia también se utiliza para hidratarla y estimular su regeneración tisular. Se trata de un procedimiento indoloro que consigue que la piel del rostro se vea más tersa y luminosa.

Radiesse

El paso del tiempo conlleva la pérdida del óvalo facial y la aparición de los principales signos de la edad, como las arrugas y las líneas de expresión. Por ello, este procedimiento se utiliza para rellenar arrugas y proporcionar un poco de volumen en la zona a tratar.

También te puede interesar: ¿Por qué es importante saber de anatomía facial en medicina estética?

Tratamientos invasivos

Por otro lado, los tratamientos invasivos son aquellos realizados por profesionales médicos en los cuales se trata la zona deseada con un elemento químico y/o mecánicamente, mediante inyecciones intradérmicas o subcutáneas. Estos procedimientos sí que necesitan una recuperación. Entre ellos destacan los siguientes:

Carboxiterapia

Consiste en la administración de pequeñas dosis de dióxido de carbono mediante la realización de pinchazos en la piel de forma intradérmica. Se utiliza principalmente para combatir el exceso de grasa, celulitis, o la flacidez.

PRP (plasma rico en plaquetas)

Es muy utilizado para rejuvenecer el rostro al completo o para modificar y tratar otras zonas de la piel. Se basa en inyectar una serie de proteínas plasmáticas en la piel para potenciar la regeneración celular y el rejuvenecimiento.

Rinoplastia

La rinoplastia es la operación de nariz destinada a resolver o corregir problemas estéticos de dicha zona, como desviaciones, giba ósea, malformaciones congénitas u otro tipo de problemas que se hayan podido producir por accidentes o traumatismos.

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¿Qué tratamientos corporales existen?

La medicina estética también ha experimentado un auge significativo en relación con la demanda de tratamientos corporales, diseñados para mejorar la apariencia de las personas.

A continuación, te presentamos algunos de los tratamientos corporales más populares en medicina estética, cada uno diseñado para abordar necesidades específicas y personalizadas.

  • Liposucción: aunque es un procedimiento quirúrgico, la liposucción sigue siendo muy popular para eliminar depósitos de grasa localizada.
  • Tratamientos de contorno corporal: generalmente, se utiliza la criolipólisis para congelar y eliminar las células de grasa sin necesidad de someterse a una cirugía. 
  • Radiofrecuencia corporal: utiliza la energía de radiofrecuencia para tensar la piel y mejorar la apariencia de la celulitis.
  • Tratamientos con láser: suelen servir para reducir la grasa, mejorar la elasticidad de la piel y tratar cicatrices.
  • Inyecciones de relleno dérmico: aunque están más asociadas con el rostro, algunas inyecciones de relleno también se utilizan para dar forma a ciertas áreas del cuerpo.
  • Tratamientos para estrías: incluyen el láser, la microdermoabrasión y os peelings químicos para mejorar la apariencia de las estrías. 

 

Farmacología, áreas y usos

La medicina es un sector que está en constante cambio. Es por ello que se han creado muchas terminologías nuevas. Sin embargo, algunos conceptos solo han evolucionado. Este es el caso de la farmacología. Continúa leyendo si quieres saber más acerca de este término y recuerda que puedes formarte en el sector con nuestro Máster en Farmacología Clínica para Farmacia.

¿Qué es la farmacología?

A grandes rasgos podemos definir el concepto de farmacología como la ciencia que estudia los fármacos en todos sus aspectos. Ésta engloba desde sus orígenes y proveniencia, hasta su sintetización en el cuerpo humano, pasando por su preparación, su origen y sus propiedades.

Existen varias etapas del conocimiento farmacológico. Por ello, el concepto de farmacología está íntimamente relacionado con otros campos de estudio similares:

  • La farmacocinética, que estudia la absorción, distribución, metabolismo y la eliminación de los medicamentos.
  • La farmacodinámica, que explica cómo el medicamento afecta al cuerpo y ser humano.
  • La farmacogenética, que evalúa cómo el cuerpo de una persona responderá a determinados medicamentos dependiendo de los genes.

Otras áreas de estudio principales

Al igual que el resto de ciencias, la farmacología está compuesta por diversas ramas o áreas de actuación que permiten que los profesionales de la salud puedan aplicarla en cada una de sus disciplinas. Además de los campos de estudios mencionados anteriormente, también nos encontramos con las siguientes áreas de la farmacología:

Farmacología terapéutica

Estudia el impacto terapéutico en los efectos de la farmacología, tanto de forma beneficiosa como de forma negativa.

Neurofarmacología

Evalúa y estudia las formas en las que los fármacos y/o medicamentos afectan el sistema cerebral de los pacientes. Es decir, estudia cómo reaccionan el sistema cerebral frente a una adicción y/o dependencia. A su vez, la neurofarmacología se divide en otras dos ramas denominadas Neurofarmacología Conductual y Neurofarmacología Molecular.

Farmacología molecular

Estudia cómo las moléculas neuronales reaccionan frente a la ingesta de diversos fármacos al organismo. También estudia cómo interactúan y qué reacciones neuroquímicas presentan. Gracias a ello, los farmacólogos desarrollan nuevos medicamentos que influyan directamente en las afecciones cerebrales y neurológicas como el dolor, los problemas psicológicos o las enfermedades neurodegenerativas.

A diferencia de la neurofarmacología conductual, que se basa en el estudio del comportamiento humano frente a las drogas, la farmacología molecular se basa en el impacto que los medicamentos tienen a nivel neuronal.

La importancia de la farmacología en enfermería

Debido a los diferentes ámbitos y campos de actuación, la Farmacología es una disciplina de gran importancia para todas las profesiones sanitarias. Hoy en día, no solo los profesionales médicos prescriben o recetan medicamentos. Por ello, es crucial que cualquier profesional que tenga la opción de administrar fármacos sepa en qué casos y a qué pacientes van destinados cada uno de ellos, cuáles son sus indicaciones, sus contraindicaciones y cómo deben administrarse.

El sector de la enfermería es uno de los que ms cerca está del paciente en el ambiente sanitario-hospitalario. Por ello, la especialización y conocimiento de esta ciencia es tan importante para dicho sector profesional. De esta manera, su labor de cuidado del paciente y administración de fármacos podrá realizarse con total eficacia y seguridad.

Síndrome de Abstinencia, tipos y prevención

El síndrome de Abstinencia se conoce como un conjunto de reacciones físicas y psicológicas que surgen a consecuencia de la reducción o eliminación del consumo de una sustancia de la que se ha abusado, mayoritariamente tabaco, alcohol o estupefacientes. Los síntomas, la intensidad y sus tipos varían según diversos factores que veremos a continuación. Continúa leyendo y recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster en Salud Mental + Máster experto en Drogodependencias.

¿Qué es el Síndrome de Abstinencia?

Tal y como comentábamos anteriormente, se conoce como síndrome de abstinencia a las reacciones físicas y mentales que se producen en una persona cuando ésta deja de consumir una sustancia de la que ha abusado. Sin embargo, este síndrome también puede aparecer cuando la persona disminuye la cantidad de consumo. La evolución e intensidad de dichas reacciones dependen del tipo, la cantidad y la frecuencia de consumo.

Tipos de abstinencia según sustancia

Bebidas alcohólicas

Las personas que consumen de forma abusiva bebidas alcohólicas y deciden reducir su consumo suelen presentar diversos síntomas relacionados con el insomnio, sudoración, deshidratación, ansiedad o taquicardias. Existen casos extremos que han llevado a los pacientes a desarrollar delirium tremens, afectando directamente al sistema nervioso o a la mente pudiendo causar la muerte del paciente.

Nicotina

Cuando el Síndrome de Abstinencia lo causa el tabaco, los síntomas cambian. El paciente se vuelve una persona triste, casi depresiva, que puede sufrir brotes de ira o insomnio, dificultad para concentrarse o incluso puede aumentar de peso.

Cafeína

Aunque su consumo lo tengamos más generalizado que el de otras sustancias, tomar cafeína de manera prolongada y diaria puede llegar a provocar una gran dependencia, causando en los pacientes dolores de cabeza, insomnio, náuseas y cansancio elevado.

Estimulantes

En este sentido, hablamos de estimulantes como las anfetaminas, la cocaína o el opio. La abstinencia de algunas de estas sustancias genera aumento considerable del apetito, pesadillas y problemas de sueño principalmente.

Benzodiacepinas

Las benzodiacepinas son todos aquellos medicamentos psicotrópicos que producen un efecto sedante, hipnótico, ansiolítico o amnésico entre otros. Cuando dejan de consumirse estos medicamentos de forma radical, los síntomas que se presentan generalmente son ansiedad, insomnio o hipersensibilidad a la luz y al ruido.

Cannabis

El cannabis es otra de las sustancias cuyo consumo es bastante común. Sin embargo, los riesgos se desconocen. Una persona acostumbrada a consumir cannabis casi a diario, puede llegar a presentar síntomas como la sudoración, las náuseas o alteraciones de sueño cuando deja de consumirlo.

Tipos de abstinencia según síntomas

Síndrome de abstinencia agudo

Cuando los síntomas aparecen inmediatamente después de interrumpir el consumo de una sustancia.

Síndrome de abstinencia tardío

Cuando, a pesar de haber superado la abstinencia, el conjunto de secuelas a nivel físico y/o psicológico se mantienen presentes en el tiempo.

Síndrome de abstinencia psicológico o condicionado

Cuando aparecen síntomas del síndrome agudo al exponerse nuevamente a algunos estímulos o situaciones comparables a las que el paciente presenciaba cuando era consumidor frecuente.

¿Cómo se puede tratar el Síndrome de Abstinencia?

Lo primero que hay que tener claro es que para tratar el Síndrome de Abstinencia hay que acudir a un especialista. La adicción es un trastorno curable y, con el paso de los años, se han creado diversos métodos que ayudan a las personas a dejar de consumir dichas sustancias. Los tratamientos permiten que las personas contrarresten esos efectos negativos y perjudiciales en su cerebro y comportamiento, permitiéndoles así volver poco a poco a retomar su vida.

Consejos para prevenir el consumo de sustancias perjudiciales

  1. Rodéate de personas que te quieran ayudar y con las que puedas ser tu mismo.
  2. Evita todas las situaciones que puedan poner en riesgo tu salud o recaída.
  3. Acude a un especialista.
  4. Comunica a los demás los avances y pasos que das.
  5. Tómate tu tiempo.
  6. Practica deporte.

Identificar y detectar la dislexia

La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de origen neurobiológico. Su identificación y detección temprana puede ayudar a mejorar, tratar y corregir sus efectos. En el artículo de hoy, conoceremos en profundidad qué es y cómo se puede detectar la dislexia. Recuerda que si te interesa este ámbito de estudio, puedes especializarte con nuestro Máster experto en Logopedia, Trastornos del Lenguaje y del Habla.

¿Qué es la dislexia?

Debido al desconocimiento muchas veces se confunde el concepto de dislexia con el de falta de inteligencia. Las personas que padecen este trastorno presentan dificultades para, por ejemplo, leer con fluidez. Sin embargo, estas dificultades no están relacionadas con la inteligencia del individuo.

Tal y como comentábamos anteriormente, la dislexia es un trastorno del aprendizaje que supone la dificultad para leer de raíz, ya que afecta ciertas zonas del cerebro que procesan el lenguaje.  Es una situación que perdura toda la vida, siendo la etapa escolar aquella en la que mayor es su impacto. Por ello, es imprescindible conocer los diferentes síntomas que se pueden presentar, ya que existen enfoques y estrategias de enseñanza que pueden ayudar y mejorar las habilidades lectoras de los niños. 

Algunas manifestaciones de la dislexia

Dependiendo de la edad y de la persona, la dislexia puede presentar diversas manifestaciones. A continuación vamos a ver cuáles son los signos más conocidos para detectar la dislexia clasificados por rangos de edad:

En niños de entre 3 y 5 años

  • Poca fluidez en la expresión oral.
  • Confusión entre palabras fonéticamente parecidas.
  • Lenguaje espontáneo poco claro.
  • Dificultades de ritmo, coordinación, equilibrio y orientación.
  • Dificultad para aprender a escribir su nombre y para reconocerlo.
  • Dificultad para memorizar canciones y rimas infantiles.

En niños de entre 6 y 9 años

  • Dificultades de reconocimiento entre izquierda y derecha.
  • Falta de concentración y atención.
  • Especial dificultad en la adquisición de la lectura y la escritura.
  • Dificultad para leer los números.
  • Dificultades para establecer las pausas en una narración.
  • Carencia de vocabulario.

En niños de entre 9 y 12 años

  • Dificultad para exponer conocimientos de una forma autónoma.
  • Su capacidad de concentración es muy breve.
  • Dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
  • Lectura lenta y mecánica.
  • Dificultad para copiar de la pizarra.
  • Uso incorrecto de los tiempos verbales.

A partir de los 12 años

  • Los problemas conductuales como baja autoestima o desinterés.
  • Dificultad para buscar en el diccionario.
  • Dificultades en ejercicios de lectura, escritura y cálculo.
  • La lectura es lenta y laboriosa.
  • Dificultad para redactar textos.

Juegos para trabajar la dislexia

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el diagnóstico debe hacerlo un especialista. La presencia de algunos de los síntomas anteriores no debe ser motivo de preocupación o miedo, simplemente debe servir para prestar más atención al comportamiento y evolución del paciente. Una vez elaborado el diagnóstico, en caso de confirmar la presencia de dislexia, existen diferentes actividades y juegos que pueden hacerse en casa para ayudar y mejorar las habilidades del paciente.

Palabras inventadas

Para llevarlo a cabo debe elaborarse una tabla de dos columnas. En una de ellas escribiremos una palabra real, por ejemplo mesa, y en la otra columna escribiremos una palabra inventada, por ejemplo meza. El objetivo es que distingan cuál de las dos es la palabra inventada.

Cuenta-sílabas

El objetivo de este juego es que, al contar las sílabas de una frase o párrafo, el niño centre su atención en las letras y en sus sonidos.

Palabras encadenadas

Este juego trata de encadenar palabras entre sí. El adulto elegirá una palabra y la dirá en alto, por ejemplo cama. A su vez, el niño ha de decir una nueva palabra que comience por la última sílaba de la palabra que ha pronunciado el adulto, por ejemplo mano.

Lectura y escritura

Por último, pero no por ello menos importante, los mejores ejercicios para mejorar las habilidades de los niños con dislexia es ayudarles a practicar la lectura y la escritura. Con ello no solo mejorarán la identificación de las sílabas y sonidos, sino que podrán reconocer mejor las palabras y su escritura.

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