Qué es una férula de descarga y cómo puede ayudarte contra el bruxismo

Debido al ritmo de vida tan ajetreado que se lleva viviendo desde los últimos años, el uso de la férula de descarga está en auge. Cada vez son más las personas que sufren bruxismo, una acción involuntaria en la que se aprietan los dientes y se contraen los músculos de la boca. También puede generarse por una mala mordida. Sus consecuencias pueden ser perjudiciales para nuestra salud dental. Por ello, en el artículo de hoy te contamos más acerca de sus posibles soluciones. Continúa leyendo para saber más y especialízate en el sector con nuestra oferta formativa especializada en odontología.

El bruxismo y la férula de descarga

Como comentábamos anteriormente, el bruxismo es una patología que nos hace apretar y rechinar los dientes. Generalmente, ocurre de noche mientras dormimos, pero también puede tener lugar durante la rutina diaria. Por norma general, el bruxismo se produce por situación de estrés que no sabemos manejar de manera correcta. Nuestro cuerpo, para responder a dicho estrés, responde pensionando la mandíbula para de liberar tensión. Asimismo, afecta por igual a todo tipo de personas.

La férula de descarga es de gran ayuda para evitar que nuestros dientes y encías se vean afectados a causa del bruxismo. Se  trata de una funda rígida que se confecciona a medida de la dentadura del paciente. Se coloca en la parte superior de la boca, de manera que impide que los dientes contacten unos con otros. Entre sus principales funciones se encuentran:

  • Aliviar la tensión
  • Relajar los músculos de la mandíbula
  • Mantener la mandíbula en posición de descanso
  • Evitar el desgaste de los dientes
  • Evitar el dolor muscular.

Sin embargo, a pesar de que la férula es de gran ayuda, su coste es algo elevado, por lo que no todas las personas que sufren bruxismo pueden permitírsela. Por ello, es de gran importancia tomar conciencia e intentar identificar cuáles son las situaciones que pueden estar produciéndonos tensión corporal y estrés. De esta manera, conseguiremos evitarlas y podremos mejorar poco a poco dicha patología.

¿Cómo sé si padezco bruxismo?

Las causas que pueden llevarnos a pensar que sufrimos bruxismo pueden ser varias. Por ello, te invitamos a que te hagas algunas de las siguientes preguntas para determinar si realmente sufres bruxismo y finalmente consideres si necesitas o no utilizar una férula de descarga para disminuir su efecto:

  •  Dolor de mandíbula al despertar
  • Dificultad para abrir la boca con normalidad
  • Dolor de mandíbula al bostezar
  • Dificultad para morder
  • Percepción de chasquidos al masticar o al abrir la boca
  • Bloqueo temporal de la mandíbula
  • Dolor de oído de forma repentina
  • Dolor de cuello o cabeza

Si al menos 4 de las afirmaciones te han resultado familiares, nuestra recomendación es que acudas a un especialista para que pueda realizarte las pruebas pertinentes para determinar si padeces o no bruxismo y en qué grado. Además, podría plantearte el uso de la férula de descarga, lo que puede serte de gran ayuda.

Tratamiento con férula de descarga

Como mencionábamos anteriormente, la férula de descarga es una “funda” dental fabricada en plástico rígido que suele tener un grosor de aproximadamente tres milímetros. Se coloca fácilmente en la parte superior de la mandíbula, protegiendo los dientes y evitando así que podamos apretar la mandíbula. Su nombre se debe a que básicamente se utiliza para descargar tensión, ayudando a relajar los músculos que forman nuestra mandíbula y permitiendo a su vez que la articulación temporomandibular pueda moverse sin problema.

El uso de la férula puede provocar incomodidad o exceso de saliva los primeros días. Sin embargo, una vez te acostumbres a usarla, notarás un gran alivio. Una vez colocada, es imprescindible que tu dentista de confianza realice pruebas periódicas para comprobar la efectividad de la misma. Además, es importante que en dichas revisiones la lleves contigo para que, en caso de necesidad, se puedan corregir posibles desajustes propiciados por el paso del tiempo.

Normalmente, se emplea durante toda la noche, aunque será tu dentista quién determine cuánto tiempo tienes que llevarla al día o en qué momentos. Al tratarse de un complemento bucal, cabe recordar la importancia de su correcta higiene. Para ello:

  • Límpiala antes utilizarla colocándola bajo el grifo y cepillándola con un cepillo diferente al que se utilice para el cuidado de los dientes.
  • Por la mañana, antes de guardarla, vuelve a limpiarla con la ayuda del cepillo y guárdala preferiblemente seca en su cajita.
  • Recuerda que una vez cada 15 días, deberás desinfectarla sumergiéndola en un vasito con agua fría y una pastilla efervescente limpiadora durante aproximadamente 15 minutos.

La duración de una férula de descarga depende principalmente del desgaste que haga de ella cada persona. Por ello, es necesario que una vez al año la revise tu dentista. De esta manera podrá ajustarla en caso de que sea necesario y podrás seguir usándola sabiendo que cumple correctamente con su función.

Consecuencias de no utilizar férula de descarga

Existe una serie de problemas bucodentales, musculares y articulares que pueden venir derivados del bruxismo. Ya hemos mencionado problemas como el dolor de mandíbula, de cabeza o de oído. Sin embargo, estos síntomas no son los únicos.

Cuando el bruxismo no se trata con una férula de descarga, con el paso del tiempo el desgaste dental comienza a producirse. Entre sus primeras consecuencias puede observarse como el esmalte dental empieza a desmineralizarse, debilitando así la primera capa de protección dental. Una manera comprobarlo es observando si los dientes delanteros comienzan a tener una apariencia traslúcida en sus puntas.

El bruxismo también afecta a nuestras encías. Es habitual notar como aparece una retracción gingival. Esto se traduce en que nuestras encías van dejando al descubierto parte de nuestros dientes que antes no eran visibles.

Otra consecuencia negativa es que los dientes comienzan a alisarse o fracturarse. Al rechinar y apretar los dientes, favorecemos su rotura, lo que también nos trae la sensibilidad dental.

Los problemas musculares y el insomnio también son graves consecuencias del bruxismo, ya que nos impide descansar correctamente. 

Todas estas consecuencias pueden aparecer en distintas ocasiones e independientemente de si el bruxismo que se padece es céntrico o excéntrico. Además, también puede presentarse en distintas intensidades. Sin embargo, las consecuencias están presentes en cualquiera de ellas.

¿Qué es la epistaxis y qué debo hacer para evitarla?

Las hemorragias nasales son más comunes de lo que parece. Muchas de ellas se producen como consecuencia de pequeñas irritaciones o resfriados. La hemorragia nasal es comúnmente conocida como epistaxis y se caracteriza por la existencia de derrames de sangre procedentes de los vasos sanguíneos situados en la parte anterior del tabique nasal o en un punto posterior de la fosa nasal. A continuación, te contamos todo sobre ella. Recuerda que puedes estudiar y ampliar tu formación mediante nuestra oferta formativa especializada en medicina y la salud.

¿Qué es la epistaxis?

La nariz tiene gran cantidad de vasos sanguíneos que, al ser muy pequeños, pueden sangrar fácilmente. El aire que se respira por la nariz puede provocar sequedad e irritar las membranas que recubren y protegen su interior. Debido a esta sequedad, se crean costras que sangran cuando se irritan. Estas hemorragias son más usuales en invierno, cuando hacen su aparición virus que provocan el resfriado o gripes y el aire en interiores es más seco.

La mayoría de las hemorragias suele darse en la parte delantera del tabique nasal, ya que es aquí donde tiene lugar la separación de ambos lados de la nariz. Menos frecuente son las epistaxis que se presentan en la parte alta del tabique o en una zona más profunda de la nariz como son los senos nasales y la base del cráneo. Este último caso es más complicado de controlar.

Síntomas de la epistaxis

El principal síntoma es el sangrado por la nariz. Normalmente, este tipo de hemorragia suele ser escasa y de poca duración (menos de quince minutos). En caso de ser más grave, la sangre puede fluir por una de las partes o ambos orificios nasales (bilateral).

Otros síntomas que puede tener la epistaxis son:

  • Mareos
  • Náuseas y vómitos
  • Taquicardia
  • Sudoración alta
  • Hipotensión

Causas principales de la epistaxis

Al hablar de las causas que provocan la epistaxis, observamos que los sangrados se producen debido a factores predisponentes, es decir, tras la exposición a elementos en ambientes secos y al sudor de descongestionantes (vasoconstrictores) tópicos. Dentro de las causas, podemos encontrar dos tipos: las locales y las generales.

Causas locales

  • A causa de rinitis seca y atrófica.
  • Debido a infección en las fosas nasales como rinosinusitis o enfermedades granulomatosas como la tuberculosis, la enfermedad de Wegener, sífilis, etc.
  • Provocada por desviaciones o perforaciones del tabique
  • Cuerpos extraños introducidos en la nariz
  • Aparición o presencia de tumores benignos o malignos en las fosas y senos paranasales
  • A consecuencia de traumas nasales accidentales debido a un golpe o quirúrgicos tras una operación en la zona

Causas generales

  • Enfermedades como la hipertensión arterial o la vasculopatía diabética.
  • Por motivo hormonal durante la pubertad o el embarazo al producirse un aumento de la vascularización de la mucosa nasal.
  • Discrasias sanguíneas como coagulopatías congénitas como la hemofilia o por el uso excesivo de anticoagulantes o antiagregantes.
  • Anomalías vasculares como la enfermedad de Rendu-Osler-Weber o malformaciones arterio-venosas.

Consecuencias de la epistaxis

En la mayoría de casos, las hemorragias nasales se suelen detener sin necesidad de tener que acudir a un médico y duran entre quince y veinte minutos. Aunque, cuando el sangrado está formado en segmentos posteriores, es recomendable acudir a un especialista que se encargue de detenerla. Este último tipo puede llegar a ser peligroso y son habituales tras una lesión u ocasionados por una alta presión sanguínea, desórdenes nasales, arterioresclerosis, etc.

En algunas ocasiones, es posible que el sangrado de la nariz sea aviso de que existe otro problema más serio, como pueden ser alteraciones en la coagulación sanguínea o la presencia de algún tumor nasal.

Precauciones principales a tener en cuenta

En el momento en que se produce una epistaxis debemos tomar una serie de precauciones:

  1. Mantener una postura neutral de la cabeza y no echarla hacia atrás para que no se produzca deglución o aspiración de la sangre.
  2. Se debe presionar pinzando las narinas durante unos quince minutos.
  3. Se puede introducir un algodón o gasa mientras se realiza cierta presión, o bien impregnar el algodón con agua oxigenada antes de introducirlo en la nariz para conseguir un mayor efecto hemostático.
  4. Para prevenir futuros sangrados se recomienda hidratar las fosas nasales con una pomada nasal o vaselina neutra. Se desaconseja la manipulación digital en fosas nasales para limpiarlas, en su lugar es mejor lavarlas con suero fisiológico o agua de mar.
  5. Si se da un episodio de epistaxis, el paciente ha de intentar mantenerse en calma, ya que los sangrados nasales suelen ser breves y tienen su origen en las fosas nasales.

Si, a pesar de todas las acciones anteriores, el sangrado activo persiste, lo mejor es acudir al médico o especialista.

Tratamiento de la epistaxis

La inmensa mayoría de los sangrados de la nariz terminan deteniéndose por sí solos, sin que sea necesario contar con ayuda externa dentro siempre, como máximo, de los quince minutos siguientes. Sin embargo, ciertas hemorragias que se producen en la parte posterior de la nariz pueden resultar más graves y es necesaria la atención médica.

De forma local y autónoma, el paciente ha de:

  • Mantener la calma, sentarse e inclinarse hacia delante
  • No rascarse ni frotarse la nariz
  • Apretarse la nariz
  • Evitar hacer esfuerzos innecesarios como levantarse bruscamente, entre otros
  • En casos donde el sangrado es más grave, se puede tratar por medio de la cauterización, aunque antes es conveniente localizar e identificar el origen donde se está produciendo la hemorragia. Otra opción es recurrir al taponamiento nasal anterior, aunque se requiere hospitalización del afectado.

En última instancia, es posible que se tenga que realizar algún tipo de tratamiento quirúrgico para controlar definitivamente el sangrado. En este caso podemos encontrar tres métodos, que son la electrocoagulación, la ligadura arterial o la fotocoagulación láser, y cuya aplicación requiere el uso de anestesia general o sedación, así como de elementos como la endoscopia.

Consejos para una correcta higiene bucodental

La higiene bucodental es imprescindible si queremos disfrutar de una buena salud dental libre de enfermedades. Por ello, el conocimiento de los problemas bucales más comunes es importante para la salud general de cualquier individuo. A continuación, te dejamos los mejores consejos para asegurarte una buena salud bucodental. Toma nota y recuerda que si te interesa este ámbito de estudio, puedes echarle un vistazo a nuestra oferta formativa especializada en Odontología.

¿Qué es la higiene bucodental?

La boca es una de las principales vías de entrada de los microorganismos, por lo que también de bacterias. La higiene bucodental nos ayuda a eliminarlas. Sin embargo, no es de extrañar que muchas personas desconozcan todas las consecuencias que pueden presentar con una mala higiene bucal.

La OMS define la higiene bucodental como “la ausencia de dolor orofacial, cáncer de boca o de garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades periodontales (de las encías), caries, pérdida de dientes y otras enfermedades y trastornos que limitan en la persona afectada la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, al tiempo que repercuten en su bienestar psicosocial”.

Y es que las enfermedades bucodentales pueden convertirse en un obstáculo importante para disfrutar de una vida saludable en todos sus aspectos. Además, también puede afectar negativamente a nuestra salud mental. Por ello, conocer las principales afecciones y cómo pueden prevenirse es imprescindible en nuestro día a día.

Principales afecciones bucales

  1. Caries dental
  2. Gingivitis
  3. Periodontitis
  4. Enfermedad de mano, pie y boca
  5. Herpangina
  6. Candidiasis bucal
  7. Aftas
  8. Herpes bucal

Cómo mantener una correcta higiene bucodental

Una buena y correcta higiene dental depende de varios factores. Principalmente depende de nuestros hábitos diarios, pero también de los alimentos y bebidas que ingerimos. Por ello, debemos ser meticulosos durante el proceso de limpiar nuestra boca y dientes, pues de ello dependen las diferentes enfermedades bucodentales que podemos sufrir. A continuación, os dejamos los 6 consejos principales que debéis poner en práctica para mantener una excelente salud bucal:

Hilo dental y cepillado

Aunque suene básico, es el paso más importante. Se recomienda utilizar primero el hilo dental para eliminar la placa incrustada. Una vez finalizado este paso, debes cepillarte los dientes y encías con total normalidad. La forma en que nos cepillamos los dientes es decisiva en la eliminación de las bacterias. Por ello recuerda que un buen cepillado debe realizarse de forma vertical, no horizontal.

Usa un colutorio

Después de utilizar el hilo dental y el cepillado, puedes completar tu higiene bucodental con un colutorio adecuado a tus necesidades. ¡Recuerda no enjuagarte la boca con agua al escupir el colutorio!

Escoge la pasta adecuada

La elección de la pasta de dientes depende de tus necesidades bucales. Existen diferentes tipos, por lo que lo adecuado sería preguntarle a tu dentista o protésico de confianza.

Elimina el tabaco

Si eres una persona fumadora recuerda que tus encías son más susceptibles a las infecciones. El tabaco causa falta de oxígeno en el torrente sanguíneo, lo que reduce el flujo de sangre y nutrientes hacía la boca.

Acude al dentista mínimo una vez al año

Revisar el estado de tu salud bucodental es imprescindible. Por ello, la visita al dentista mínimo una vez al año debería ser obligatoria. De esta manera conseguirás detectar y evitar enfermedades como la gingivitis, la periodontitis o las caries.

Hidrátate bien

La saliva es funciona como barrera protectora. Además también es una gran desinfectante. La falta de saliva hace que las probabilidades de contraer afecciones bucodentales aumenten, por lo que no olvides de beber mínimo 2 litros de agua al día.

¿Qué es y cómo se evalúa la agudeza visual?

Podemos describir la agudeza visual, de forma coloquial, como aquella capacidad que tiene nuestro sistema visual de reconocer objetos de forma nítida. Su medición es de vital importancia, ya que un déficit puede afectar a numerosos aspectos de nuestro día a día. Por ello, una de las pruebas más comunes que suelen realizarnos desde que somos pequeños es la medición de la visión. Continúa leyendo para saber más sobre este concepto y recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster experto en Óptica y Optometría.

La importancia de la agudeza visual

La visión nos permite interaccionar con nuestro entorno de una forma sencilla y segura, respondiendo ante el mismo de una determinada manera. Por ello una correcta agudeza visual es tan importante, porque nos ayuda a mantener nuestra calidad de vida. Además, es imprescindible, por ejemplo, a la hora de obtener el permiso de conducir. También en otros aspectos de nuestra vida, como el aprendizaje o el desarrollo de actividades físicas.

¿De qué factores depende?

La agudeza visual no solo refleja el correcto funcionamiento de nuestros ojos, sino que también nos permite saber en qué estado se encuentra la corteza visual y la vía óptica. Entre los factores que afectan directamente la medición de la agudeza visual encontramos diferentes tipos:

  • Factores físicos, como por ejemplo las condiciones y lugar en el que se realizan las mediciones.
  • Factores fisiológicos, como por ejemplo las propias características ojo de cada uno de nosotros, la motilidad ocular, o diferentes patologías que afectan o influyen directamente a la visión.
  • Factores psicológicos, como por ejemplo la edad del paciente o su estado de ánimo.

¿Por qué disminuye y cómo se mide la agudeza visual?

Existen diferentes escalas para medir la agudeza visual. Como veíamos anteriormente, hay diversos factores que afectan al resultado como la edad o las condiciones de la consulta. Las escalas pueden ser modificadas en ocasiones especiales como por ejemplo en aquellas ocasiones en las que los pacientes sufran algún déficit cerebral o cualquier otro tipo de alteración neuronal. Los test más populares que utilizan los profesionales para medir la agudeza visual son:

Test de Snellen

Diseñado en el siglo XIX por el médico holandés Hermann Snellen. En esta prueba, el paciente es situado a una distancia de 6 metros con respecto a la pizarra. Con el fin de poder evaluar cada ojo por separado, el oftalmólogo u optometrista coloca una gafas sin lentes al paciente. En dichas gafas un ojo es tapado con el fin de que el paciente pueda centrar toda su atención en el otro ojo. Se trata de que el paciente vaya diciendo en voz alta las letras que aparecen en las diferentes filas de la pizarra. Las letras se van reduciendo progresivamente de arriba a abajo y el resultado se dicta según las filas que el paciente haya sido capaz de visualizar correctamente de principio a fin.

Test de Landolt

También conocido como el test C de Landolt, fue creado por el oftalmólogo Edmund Landolt. En esta prueba, el paciente tiene que identificar anillos que presentan una apertura. Al igual que en el Test de Snellen, los anillos van disminuyendo progresivamente. Se trata de que el paciente identifique dónde se encuentra la apertura de los anillos circulares.

Test de contraste

El dispositivo más utilizado para probar la sensibilidad de contraste es la tabla de Pelli Robson. La pizarra es muy similar a la del test de Snellen. Sin embargo, en lugar de disminuir el tamaño de las letras, lo que disminuye es el contraste de las mismas. 

Farmacia homeopática, qué es y en qué se basa

Seguro que aluna vez has escuchado hablar sobre la homeopatía. Se trata de un método terapéutico que afirma que una sustancia que provoca determinados síntomas en una persona sana, en pequeñas cantidades, es capaz de curar los mismos síntomas o semejantes en una persona enferma. Actualmente, en nuestro país, existen lo que conocemos como farmacia homeopática. ¿Quieres saber qué son, qué productos venden y cuáles son sus características? Continúa leyendo para saber más y recuerda que puedes especializarte con nuestra formación de Auxiliar de Farmacia + Auxiliar de Parafarmacia.

¿Qué es una farmacia homeopática?

La farmacia homeopática va ganando cada vez más adeptos por todo el mundo. Por ello, cada vez es más habitual encontrar productos homeopáticos fuera del ámbito de la parafarmacia o la herboristería, comercializándose ya dentro del ámbito farmacéutico.

Este tipo de farmacias son aquellas que pueden preparar, vender y/o dispensar productos que se elaboran a través de las técnicas homeopáticas. Entre sus productos destacan los medicamentos homeopáticos, los complementos y vitaminas alimenticias, cosmética natural, productos de fitoterapia o esencias florales entre otros. 

La responsabilidad del farmacéutico

La práctica de farmacia es una de las profesiones de salud más antiguas en la historia, por lo cual el papel del farmacéutico ha cambiado significativamente a través de los años con el fin de atender las necesidades de la población. La medicina homeopática es una alternativa de potenciar los efectos de los tratamientos especializados en patologías crónicas o agudas. En este caso, cualquier profesional que trabaje en una farmacia, ya sea homeopática o no, debe cumplir con una serie de códigos deontológicos. Dicho profesional debe poder asesorar a cualquier paciente sobre las precauciones que debe tener con cualquier medicamento o producto.  También de cómo debe ser utilizado correctamente, como debe almacenarse o cualquier tipo de información relevante para el paciente.

Los medicamentos de la farmacia homeopática

Los medicamentos comercializados en una farmacia homeopática son elaborados mediante sucesivas diluciones en agua o alcohol, de manera que la sustancia original que produce los efectos de la enfermedad quede reducida a una cantidad mínima. Los productos pueden ser de origen animal, vegetal, mineral u orgánicos y para ello se debe seguir un proceso determinado.

Los expertos defienden que para elaborar un medicamento de este tipo es necesario tener en cuenta tanto los síntomas característicos de la enfermedad como los particulares que presenta cada enfermoante una misma patología. Por ello, el primer paso que se debe tener en cuenta es la elaboración de una historia clínica detallada del paciente y la realización de todas las pruebas necesarias para un correcto diagnóstico de la enfermedad o de la patología correspondiente.

El medicamento homeopático puede ser utilizado tanto como tratamiento único como complementario con fármacos convencionales. Además, se trata de una práctica dentro de las conocidas “terapias alternativas”, por lo que no siguen los lineamientos de la medicina convencional. Sin embargo, la complementan para poder darle al paciente otras alternativas que complementen a los tratamientos que estén haciendo. Algunos de los productos que más se utilizan dentro de la homeopatía son:

  1. Argentum nitricum, usado para trastornos digestivos y nerviosos
  2. Calcarea carbonica, para dolores articulares o fracturas
  3. Graphites, para problemas metabólicos y de la piel
  4. Phosphorus, para problemas de ansiedad
  5. Pulsatilla nigricans, útil en problemas ginecológicos y resfriados
  6. Lachesis muta, para patologías relacionadas con la circulación o las molestias vasculares

¿Jaqueca o migraña? Diferencias, síntomas y tratamientos

Los conceptos de jaqueca y migraña son confundidos constantemente. Ambos hacen referencia al común y característico de dolor de cabeza intenso y pasajero, pero ¿son lo mismo? ¿En qué se diferencian? A continuación vamos a ver en profundidad a qué hace referencia cada uno de estos dos conceptos, cuáles son sus principales síntomas y cómo pueden tratarse. Continúa leyendo para saber más y recuerda que puedes especializarte con nuestro Máster en Neuroanatomía y Neurología Funcional.

¿Jaqueca o migraña?

A pesar de utilizar con bastante frecuencia la expresión “me duele la cabeza”, pocas veces podemos averiguar por nuestro propio pie cuál es su causa. Por definición, todos los dolores de cabeza se denominan como cefalea. Se trata de una patología muy común entre toda la población mundial y es uno de los principales motivos por los que los pacientes acuden a consultas neurológicas.

Las cefaleas pueden clasificarse en dos grandes tipos: las primarias, que son aquellas que aparecen sin causas metabólicas, y las secundarias, que corresponden a todos los dolores de cabeza que actúan como síntoma de otra enfermedad o patología. Entre las primarias podemos distinguir la migraña o la jaqueca. Entre las secundarias se clasifican todas las cefaleas asociadas a tumores, traumatismos, accidentes vasculares cerebrales u otras patologías.

Entonces, ¿jaqueca y migraña son lo mismo? Básicamente sí aunque se tiene a pensar que son patologías distintas.

¿Cuáles son sus causas principales?

La jaqueca, o migraña, se manifiesta con un dolor de cabeza muy intenso y pulsátil, como si se notaran los latidos del corazón en la cabeza. Además, puede acompañarse con otros síntomas como vómitos, náuseas o visión borrosa. Aunque aún no se han encontrado las causas principales de la migraña o la jaqueca, diversos estudios recogen que su origen puede estar relacionado con la aparición de cambios en el tronco encefálico. Dichos cambios pueden producir a su vez modificaciones en el nervio trigémino y desequilibrios químicos en sustancias de nuestro organismo como la serotonina. Sin embargo, sus causas también se relacionan con:

  1. Menstruación o embarazo, debido a los cambios hormonales sufridos en ambos períodos.
  2. La alimentación, ya que el consumo en exceso de alimentos como el chocolate, la cafeína, el chocolate, los frutos secos, los quesos o el alcohol favorecen la aparición de los ataques de migraña.
  3. El estrés, el ejercicio intenso o la falta de sueño, ya que las situaciones de estrés, aceleración y sobre esfuerzo o aquellas que alteran las horas de sueño suelen desencadenar ataques de migraña o jaqueca.
  4. El abuso a algunos fármacos, mayormente los antiinflamatorios, pueden llegar a tener efecto rebote.
  5. Los factores medioambientales, ya que los cambios extremos de temperatura o de presión atmosférica también influyen en su aparición.

Tratamiento para la jaqueca o migraña

Uno de los mejores ejercicios que puede realizar un paciente de jaqueca o migraña es elaborar un calendario o diario de síntomas. Cuando tengas un ataque de migraña o jaqueca, apunta en una libre, diario o calendario el día, los alimentos que has comido o bebido, las actividades que has realizado, las horas que has dormido, etc. Así, podrás prevenir y averiguar cuáles son los principales síntomas que te provocan esta afección.

Si los dolores son frecuentes o se repiten más de 3 veces al mes, lo óptimo es acudir a un especialista que pueda realizar un diagnóstico, ya que para el dolor existen fármacos inespecíficos y específicos. Por ello, la mejor opción es siempre pedir cita para tener un diagnóstico y tratamiento fiable y en base al historial clínico y la sintomatología del paciente en concreto.

Consejos para mejorar la circulación sanguínea

Para que nos mantengamos con vida, la circulación sanguínea es algo primordial. Gracias a este proceso, se transporta oxígeno, nutrientes y hormonas, entre otras sustancias necesarias, a las células de todo nuestro cuerpo a través de las arterias, los capilares y las venas. Sin embargo, existen diversos riesgos o patologías que complican este proceso. En el artículo de hoy, vamos a analizar cuáles son y cómo pueden tratarse o evitarse. Recuerda también que si te interesa este sector de estudios, puedes especializarte con nuestra formación especializada en Cuidados de Patologías Cardiovasculares.

Cómo funciona la circulación sanguínea

Como bien sabemos, el corazón funciona en nuestro organismo como una bomba, que suele latir entre 60 y 100 veces por minuto. En cada uno de esos latidos, el corazón envía sangre a todo el cuerpo. Una vez finalizado ese tramo y antes de volver a realizarlo de nuevo, la sangre vuelve al corazón. Desde allí, se bombea hacia los pulmones para cargarse de oxígeno de nuevo para poder repetir el ciclo una y otra vez. El recorrido que sigue la sangre siempre va en la misma dirección y, como podéis imaginar, es un movimiento involuntario sin el cual no podríamos vivir.

Por otro lado, el sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que permiten esta circulación sanguínea. Estos vasos funcionan como carreteras y uniones entre el corazón y el resto de partes de nuestro organismo. Podemos diferenciar, principalmente a las arterias, que transportan la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo, y las venas, que trasportan la sangre desde el cuerpo hasta el corazón.

Algunas patologías del sistema circulatorio

  1. Aneurisma de aorta abdominal, que afecta al vaso principal del cuerpo que suministra sangre oxigenada. Ocurre cuando la pared de la aorta se debilita en el área del abdomen. Normalmente se debe a una presión arterial alta.
  2. Enfermedad coronaria, que es el tipo más común de enfermedad cardíaca. Se produce generalmente cuando se acumulan placas y colesterol en el interior de las paredes de las arterias coronarias.
  3. Infarto de miocardio, o ataque cardíaco, que ocurre cuando hay una obstrucción del flujo de sangre al tejido cardíaco.
  4. Enfermedad de Raynaud, un trastorno que hace que los vasos sanguíneos se estrechen cuando se tiene frío o se está estresado.
  5. Várices, una dilatación anormal de las venas, habitual sobre todo en las piernas, causada por la acumulación excesiva de sangre en su interior.

Cómo evitar la mala circulación sanguínea

Las causas de los problemas circulatorios no solo dependen de nosotros mismos, sino que también dependen de enfermedades o patologías específicas como las que hemos visto anteriormente. Además, debemos tener en cuenta que también influyen los genes, el colesterol alto y presión arterial alta, algunas lesiones, el tratamiento excesivo de medicamentos como aquellos que incluyen hormonas o los malos hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol entre otros.

Sin embargo, no es algo que no se pueda disminuir o remediar. A continuación, os dejamos algunos consejos para que podáis mantener sanos vuestro corazón y una correcta circulación sanguínea:

  • Realizar mucho ejercicio físico.
  • Llevar una dieta nutritiva y sana, evitando las grasas saturadas.
  • Reducir la ingesta de grasas saturadas.
  • Tratar de no permanecer sentado por períodos prolongados.
  • Evitar los cambios de temperatura elevados, sobre todo en las piernas.
  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar el tabaco.
  • Realizar revisiones médicas con regularidad.
  • Informar a tu médico sobre cualquier antecedente familiar relacionado con problemas de corazón.
  • Uso de medias de compresión para tratar varices.
  • Masajes para estimular el flujo sanguíneo.
  • Tratamiento láser o cirugía endoscópica de venas.

Bronceador casero para lucir una piel dorada

La exposición solar puede ser perjudicial para nuestra salud. Sobre todo, si se realiza sin protección. Muchas personas anteponen una piel bronceada a una sana, olvidando las terribles consecuencias que pueden sufrir. Sin embargo, en Escuela Clínica hemos encontrado una solución que te ayudará a conseguir un tono de piel dorado sin ponerte en riesgo. ¿Quieres descubrirlo? Continúa leyendo y aprende a elaborar un bronceador casero. Recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestra formación especializada en Dermatología y Cosmética.

¿Bronceador o protector?

Para muchas personas, una piel bronceada es sinónimo de salud y bienestar. Sin embargo, no siempre ha sido así. En la antigüedad, las pieles blancas eran sinónimo de poseer un estatus social alto, puesto que las clases bajas eran las que trabajaban de sol a sol. Con el paso de los años, la sociedad del siglo XX comenzó resaltar el tono de piel bronceado, ya que por aquel entonces las clases sociales más altas viajar a destinos exóticos, luciendo pieles bronceadas los 365 días del año.
Por ello no es de extrañar que, con la llegada del verano, los protectores solares y los bronceadores se hayan convertido a día de hoy en productos imprescindibles para muchas personas. Dentro de este punto, cabe estacar que ambos productos no son lo mismo. Utilizarlos de forma adecuada es imprescindible para no poner en riesgo la salud de nuestra piel.

Los bronceadores preparan la piel para tomar el sol. Si sus ingredientes son naturales, tales como aceites y extractos vegetales, tu piel estará hidratada y a medida que los ingredientes se vayan absorbiendo, la piel irá adquiriendo ese color dorado del que hablábamos anteriormente. Sin embargo, este producto no protegerá tu piel de los rayos UVA, a no ser que se indique lo contrario, ya que no se trata de un protector solar. Unirlos es la mejor manera de tomar el sol y broncearnos la piel.

¿Cómo hacer un bronceador casero?

Existen diferentes formas de crear un bronceador casero natural que te ayude a conseguir un tono de piel más bronceado pero sin exponerte al sol. Además, puedes realizarlo en casa de forma rápida y sencilla. Aquí te dejamos algunas recetas:

Bronceador casero con café

Para ello, necesitarás: una cafetera, café molido natural, un vaso de agua, una crema hidratante incolora o blanca y un bote con pulverizador vacío. Una vez tengas los ingredientes, deberás llenar los depósitos de la cafetera con el agua y el café. Prepáralo de forma habitual y, cuando esté listo, espera a que se enfríe. Una vez frío, mezcla la cantidad que desees de café, según el tono que quieras conseguir, con la loción corporal. Mézclalo bien y cuando tengas una mezcla homogénea, introdúcela dentro del bote. Agítalo bien, aplícatelo y extiéndelo por todo el cuerpo de forma uniforme hasta conseguir el efecto deseado. Utilízalo cada 10-15 días.

Bronceador de zanahoria, canela y miel

Necesitarás: 4 zanahorias sin pelar, 3 cucharadas de canela en polvo, 1/2 jarra de agua y 1 cucharada de miel. Corta las zanahorias, mézclalas con la canela en la licuadora y bátelos hasta que quede una pasta espesa y homogénea. Añade el agua a la pasta, hasta conseguir la consistencia que desees, y la cucharada de miel. Vuelve a batirlo todo a máxima potencia durante 1 o 2 minutos y ya tendrás listo tu bronceador casero de miel, canela y zanahoria. Utilízalo posteriormente a la exposición solar, ya que la potenciará sin arriesgarte. Para facilitar su uso, puedes colocarlo dentro de un bote con pulverizador.

Bronceador de té negro

Por último, para este bronceador casero necesitarás: 15 bolsitas de té negro y medio litro de agua. Pon a hervir el agua y sumerge las bolsas de té cuando esté hirviendo. Ayúdate con una cucharilla y, una vez bien mezcladas, deja reposar hasta que el agua esté fría. Vierte la mezcla en un bote vacío con pulverizador y rocíala por todo tu cuerpo de forma uniforme antes de tomar el sol.

¿Qué significa sufrir menopausia precoz o prematura?

Llegada cierta edad, a un gran número de mujeres les preocupa todo lo que conlleva sufrir la menopausia. Sin embargo, pocas veces se habla de la menopausia precoz. Ésta afecta a un 6% de mujeres, lo que conlleva que un gran número de mujeres dejen de ser fértiles a una temprana edad. Continúa leyendo para saber más acerca de este trastorno y recuerda que puedes especializarte con nuestro Máster experto en Trastornos Menopáusicos.

¿Qué es la menopausia precoz?

Todos conocemos qué es la menopausia. Este concepto hace referencia al momento, en la vida de una mujer, en el que deja de ovular y por ende, en el que finaliza su período menstrual de forma progresiva. Por regla general, la menopausia aparece entre los 40 y 50 años, siendo en España los 51 años la edad promedia según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

Sin embargo, hablamos de menopausia precoz cuando este proceso se adelanta y ocurre en edades por debajo de los 40. La edad fértil de una mujer va desde su primera menstruación, hasta la menopausia, que suelen ser aproximadamente unos 30 o 35 años, siendo el periodo más fértil entre los 18 y los 35 años. Por este motivo, la menopausia precoz es tan importante, porque conlleva que la mujer deje de ser fértil mucho antes de lo que debería. Según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la sufren una de cada 100 mujeres menores de 40 años y una de cada 1.000 mujeres antes de los 30 años en nuestro país.

Causas principales

Entre las causas principales de la menopausia precoz o prematura se encuentran principalmente:

  • Los antecedentes familiares, es decir, mujeres pertenecientes a la familia que hayan sufrido menopausia precoz o prematura.
  • El consumo de tabaco.
  • Los tratamientos de quimioterapia o radiación pélvica debido a un cáncer.
  • La extirpación quirúrgica de ambos ovarios.
  • Una histerectomía.
  •  Enfermedades autoinmunes, como la tiroides, la artritis reumatoidea o el VIH.

Síntomas y tratamientos de la menopausia precoz

La respuesta es sí. Los principales síntomas de la menopausia precoz son:

  • Los cambios bruscos de humor y peso.
  • Los sofocos y/o sudores nocturnos.
  • La sequedad de la epidermis y/o vaginal.
  • El dolor de cabeza continuado y su aparición al mantener relaciones sexuales.
  • La disminución del deseo sexual, insomnio o alteraciones del sueño.
  • La incontinencia urinaria u irritabilidad de la vejiga.

Como podréis imaginar, no existe ningún tratamiento que pueda hacer que los ovarios vuelvan a funcionar con total normalidad. Existe un tratamiento denominado TRH (terapia de reemplazo hormonal), sin embargo, no es aconsejable para aquellas mujeres que padezcan cáncer de mama o de útero, tengan antecedentes de trombosis o sufran enfermedades hepáticas graves entre otras.

Para que el tratamiento pueda llevarse a cabo, hace falta un estudio personal de la paciente para deliberar si es conveniente o no llevarlo a cabo. Por ello, ante cualquier tipo de duda,  es necesario acudir a un especialista para que pueda determinar las causas y el tratamiento adecuado a seguir para disminuir los síntomas al máximo.

Síndrome de piernas cansadas, ¿cómo puedo combatirlo?

Se estima que, en nuestro país, casi tres millones de personas padecen el síndrome de piernas cansadas. Se trata de una patología que es casi cinco veces más frecuente en mujeres que en hombres. Pesadez, falta de agilidad o sensación de hinchazón son algunos de sus principales síntomas. Descubre cómo prevenir su aparición y qué tratamientos pueden ayudar a reducirlo en este artículo. Recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster experto en Tratamientos Corporales.

¿Cuál es la causa de las piernas cansadas?

La principal función de nuestras venas es recoger toda la sangre que recorre nuestro cuerpo para llevarla al corazón, donde se oxigena y sale disparada de nuevo hacia todos nuestros órganos y tejidos. Cuando se trata de las piernas, tenemos que tener en cuenta que, para que la sangre circule en contra de la gravedad, la contracción de los músculos que las forman funcionan como una bomba que presiona las venas e impulsa la sangre para su correcta circulación. Sin embargo, a veces el retorno venoso no es suficiente, lo que puede provocar una dilatación en las venas. En consecuencia, es normal sentir hinchazón y pesadez en las piernas, ya que se trata de uno de los primeros síntomas que aparecen cuando se padece de piernas cansadas.

Si esto perdura en el tiempo, la tensión que se crea en las paredes venosas aumenta, lo que conlleva a que se vuelva menos elástica y pierda la capacidad de contención de la sangre. De este modo aparecen lo que conocemos como varices.

Tal y como comentábamos al inicio del artículo, las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir esta insuficiencia venosa, y por ende piernas cansadas. Sin embargo, los hombres también pueden sufrir sus consecuencias. Algunos de los factores que influyen directamente en este problema de salud son:

  • Cambios hormonales, sobre todo femeninos, en los que el cuerpo experimenta una retención de líquidos mayor de lo habitual provocando dolor o malestar en las piernas
  • Malos hábitos, como el sedentarismo, que pueden provocar una mala circulación y por consecuencia dolor y pesadez en las piernas
  • Mala alimentación, ya que el sobrepeso y la obesidad son dos de las causas más comunes de las piernas cansadas
  • El calor o las altas temperaturas, que provocan dilatación en las venas y retención de líquidos en las piernas
  • El consumo de alcohol y tabaco, ya que afectan directamente a las paredes venosas, afectando directamente a las válvulas que retienen o permiten que la sangre circule

¿Cómo podemos prevenirlo?

  1. Manteniendo unos altos niveles de hidratación, ya sea a través del consumo de agua como de frutas o zumos naturales. Las cremas también son un buen aliado en este punto, sobre todo en invierno
  2. Evitando el calor local
  3. Elevando las piernas siempre que sea posible, por ejemplo cuando vayas a dormir o a descansar. También evita sentarte o estar de pie durante largos periodos de tiempo
  4. Manteniendo una alimentación sana y equilibrada, rica en fibra y evitando el consumo ultraprocesados, alcohol, tabaco o refrescos azucarados
  5. Caminando a diario, ya que además de los beneficios que aporta de por sí practicar deporte, la actividad física evitar la hinchazón y el cansancio de piernas
  6. Realizando baños fríos para disminuir la sensación de pesadez en las piernas. Masajearlas también es recomendable sobre todo para aliviar el cansancio y favorecer la circulación

Tratamientos para las piernas cansadas

Terapia compresiva

Este tratamiento consiste, principalmente, en aplicar cierta presión externa sobre determinados puntos de las piernas para favorecer la circulación y la desaparición o mejora de las avrices. Se realiza de manera decreciente y mediante el uso de vendas o medias de compresión elástica, entre otros.

Fitoterapia

Gracias al uso de las plantas como remedio medicinal, se ha descubierto que algunas de ellas mejorar y favorecen la circulación sanguínea. Entre ellas destacan el ginkgo biloba, el castaño de indias, el rusco, la centella asiática o el hamamelis virginiana.

Hidroterapia

Los masajes y las duchas frías siempre han sido un gran aliado para estimular y favorecer las paredes venosas. La aplicación de geles o cremas de efecto frío también ayudan a favorecer el retorno venoso.

Recuerda que todos los tratamientos deben ser realizados o acompañados por un profesional.

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