Hoy trataremos un tema un tanto tabú. Ya sea porqué cuando lo experimentamos sentimos un gran pesar o porque no queremos pensar en ello. Pero debemos conocer qué es y qué fases del duelo existen para poder dominarlo y que este no nos supere. Es algo de lo que nos cuesta hablar y nos cuesta saber explicar cómo nos sentimos.
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¿Qué es el duelo?
El duelo es la reacción ante una pérdida de un ser querido, de algo físico o simbólico. El duelo del latín “cordolium” o el corazón que duele y que es trabajo interior experimentado por quien vive una pérdida.
Este es personal y único y una experiencia ambivalente ya que se presenta como una posibilidad de maduración, pero también como un riesgo de que este dolor se vuelva crónico.
Las fases del duelo
La persona que sufre una pérdida atraviesa una serie de fases del duelo. No siempre pasa por ellas un sigue la misma secuencia, pero se a demostrado que el ser humano comparte estos sentimientos con los de su especie.
Shock, insensibilidad, estupefacción
En la primera fase del duelo, la persona se encuentra en trance. Está aturdida, paralizada, como si estuviera anestesiado. Esta situación responde a un mecanismo de protección ante la amenaza de un dolor físico y confusión intolerables. Se trata de un sistema de escape natural y temporal, que nos ayuda a amortiguar el impacto inmediato y ayuda a asimilar la terrible realidad.
Negación, incredulidad
Todavía nos encontramos en la primera fase del duelo. Pero en este momento la persona habla sobre el fallecido en tiempo presente. No renuncia a la esperanza de que va a volver, “no ha ocurrido nada”, “no es a mi”.
Pánico
Finalmente, en esta primera fase, el doliente solo puede pensar en la pérdida y le paraliza el miedo. Siente un profundo terror de perder los nervios, de perder el control. La idea del suicidio no es infrecuente en esta etapa del duelo.
La culpa
De las fases del duelo, ahora entramos en la segunda. Aparece el sentimiento de culpa como fenómeno de autocastigo y auto recriminación. Esta siempre responde a la no aceptación o a la negación de la primera fase.
Depresión y abandono
Entramos en la última etapa de la segunda fase. La persona que sufre una pérdida se siente desolada y siente que nadie ha sufrido tanto dolor como el suyo. La depresión aparece en esta fase del duelo como un fenómeno normal y sano. Es una necesidad psicológica, un camino lento para poder llegar a aceptar una pérdida. Forma parte del proceso de decir adiós a un ser querido.
Resistencia a volver a la vida habitual
Llegamos al final de las fases del duelo. El doliente se siente sin fuerzas, débil e incapaz de afrontar nuevas decisiones y situaciones. Este debería abrirse a nuevas relaciones e iniciar algo diferente, pero no le apetece o le cuesta, lo cual es del todo normal.
Afirmación de la realidad y recuperación
Para finalizar las fases del duelo, se va abriendo paso a la esperanza, se alternan temporadas buenas con los baches, que casi siempre coinciden con fechas claves, aniversarios y fiestas significativas.
Un duelo finaliza cuando el doliente puede hablar y recordar al ser querido con naturalidad, tranquilidad y sin angustia. Además, debe haber establecido nuevas relaciones significativas aceptando los retos de la vida.