La cirugía menor ambulatoria es una práctica médica que permite realizar procedimientos quirúrgicos de baja complejidad en un entorno ambulatorio, sin necesidad de hospitalización prolongada. Por lo general, esta forma de atención médica ha ganado popularidad gracias a su conveniencia y eficacia.
En el siguiente post te explicamos en detalle qué es la cirugía menor ambulatoria, qué procedimientos incluye, sus indicaciones y los cuidados necesarios después de someterse a ella.
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Índice de contenidos
¿Qué se considera una cirugía menor ambulatoria?
Generalmente, este tipo de cirugía se realiza en una clínica médica u hospital de día y no requiere que el/a paciente pase la noche en el hospital. Suelen ser procedimientos de baja complejidad y se realizan con anestesia local o sedación leve, lo que minimiza los riesgos asociados con la anestesia general.
Algunos ejemplos comunes incluyen la extirpación de pequeños tumores cutáneos, biopsias de piel, extracción de quistes sebáceos, corrección de uñas encarnadas, eliminación de verrugas, entre otros.
¿Para qué se hacen?
Las cirugías menores ambulatorias se realizan por diversas razones, depende de cuál sea la situación a tratar:
- Para diagnosticar afecciones como tumores cutáneos o infecciones y, al mismo tiempo, tratarlas de manera eficaz.
- Para abordar preocupaciones estéticas como cicatrices o lesiones cutáneas que pueden afectar la apariencia.
- Para aliviar molestias o síntomas causados por afecciones como quistes sebáceos o uñas encarnadas.
- Para prevenir complicaciones posteriores, como infecciones o la propagación de lesiones.
¿Qué cuidados se necesitan después de una cirugía menor?
Después de someterse a una cirugía menor ambulatoria, es esencial seguir las recomendaciones médicas para una recuperación sin problemas. Algunos cuidados comunes incluyen:
- Descanso adecuado: el cuerpo debe descansar para recuperarse adecuadamente después del procedimiento quirúrgico.
- Cuidado de la herida: seguir las instrucciones del médico para limpiar y mantener la herida sana, evitando infecciones.
- Mediación: tomar los medicamentos recetados según las indicaciones para controlar el dolor y prevenir complicaciones.
- Seguimiento médico: asistir a las citas programadas para asegurarse de que la herida esté sanando adecuadamente.
- Evitar actividades intensas durante el período de recuperación.
Ejemplos de cirugía menor ambulatoria
Como mencionamos anteriormente, la cirugía menor ambulatoria abarca una variedad de procedimientos. Algunos ejemplos de este tipo de cirugía son:
- Amigdalectomía.
- Reparación de hernia.
- Extracción de lunares.
- Artoscopia.
- Cirugía de cataratas.
Estos son algunos procedimientos que, por lo general, se realizan de manera ambulatoria, es decir, no requieren de hospitalización.
Ventajas de la cirugía ambulatoria
Ya hemos comentado que la cirugía menor no necesita de anestesia completa, por lo que ofrece ciertas ventajas en respecto a la cirugía mayor. Veamos algunas de ellas:
- La recuperación en casa puede ser más fácil que en el hospital, ya que el entorno ayuda a estar más cómodo/a y a gusto.
- Tiene un coste más bajo, debido a que no hay cargos hospitalarios.
- Conlleva menos estrés, porque en la mayoría de casos, regresar a casa después de una cirugía es preferible en lugar de quedarse unos días en el hospital.
- La posibilidad de retrasar la cirugía es menor, ya que los procedimientos son menos complejos y más rutinarios.
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