Todo dermatólogo coincidirá en que una buena rutina facial es lo más importante para lucir una piel perfecta. Y es que no hace falta tener productos de gamas altísimas o de precios desorbitados, solo usar los que sean más adecuados. Por ello, en el artículo de hoy vamos a ver cuáles son los pasos correctos que debes seguir para lucir una piel joven y saludable. Recuerda que si te interesa este ámbito de estudios, puedes especializarte con nuestro Máster en Tratamientos Faciales.
Índice de contenidos
¿Qué es una rutina facial?
La rutina facial se pueden definir como aquellas pautas de cuidado de la piel que debemos a seguir para cuidarnos a diario. La base dichas rutinas es la limpieza de nuestro cutis, eliminando la grasa, el maquillaje y la suciedad que se impregna a diario en la piel. Con la piel limpia es cuando todos los productos que añadamos a nuestra rutina facial penetraran como es debido.
Aunque cada uno busque una rutina que se adecue a las necesidades de su piel, el punto clave está en llevar a cabo una rutina facial con el orden idóneo. Ya sea para tratar el acné, las marcas faciales, las arrugas o simplemente cuidar nuestra piel, si seguimos una serie de pautas a diario, notaremos una gran mejora poco a poco.
Por ello, antes de escoger ningún producto, tenemos que conocer nuestras pieles. Saber si son secas, grasas o mixtas y tener en cuenta que si buscamos el éxito en la mejora de nuestra piel, necesitaremos seguir una rutina facial que se divida en dos partes: la diurna y la nocturna.
La rutina facial matutina
La rutina facial de mañana no es tan delicada ni contiene tantos pasos como la de la noche. A continuación, verás los pasos básicos necesarios para seguir, que los podrás realizar, aunque hayas apurado cinco minutos más en la cama.
Limpia tu cara
Aunque nos hayamos lavado muy bien la cara en la rutina de noche es necesario que por la mañana empecemos limpiándonos el rostro con un limpiador. Este va a eliminar los restos que puedan quedar del tratamiento nocturno y los residuos que nuestra piel ha generado mientras dormíamos.
Hidrátate
Aunque este paso es para todo el mundo, es muy importante sobre todo para aquellos con la piel seca o muy seca. Así, si tienes la piel grasa o mixta, con el sérum hidratante será suficiente, añadiendo la posterior crema con protector solar.
Protégete del sol
Este paso es fundamental para esta rutina facial. Una muy buena opción, además, es usar un protector que aporte un toque de color para, de esta forma, aplicar un dos en uno.
La rutina facial de noche ideal
El cuidado de la piel por la noche es el que más dedicación necesita. Ya que, aunque no nos maquillemos, después de todo el día tenemos restos en nuestra piel que la ensucian. Además, sacar esos 10 minutos para uno mismo también es satisfactorio al final de un día de rutina.
Desmaquíllate
Si utilizas maquillaje a diario, es crucial que el primer paso de tu rutina facial de noche sea eliminar lo que quede de este. Para hacerlo, es mejor que emplees un desmaquillante específico para el contorno de ojos y otro para el resto de la piel. Hay que tener en cuenta que la parte inferior de los ojos es muy sensible y hay que tratarla adecuadamente. Para este paso, te advertimos que las toallitas desmaquillantes deben ser empleadas solo en situaciones de emergencia, ya que su limpieza es muy superficial y, aunque no nos dé esta sensación, no quita todo el maquillaje de nuestros poros.
Por ello es mejor que te apliques productos limpiadores con formato de gel, aceites o tipo leche, puesto que consiguen eliminar el maquillaje más profundo e incluso eliminan restos de suciedad y sudor de tu cutis. Eso si, antes de escoger el desmaquillante ideal para tu rutina facial, recuerda que tienes que conocer tu tipo de piel.
Limpia a fondo tu cara
Una vez tengamos nuestra cara limpia de restos de nuestro día, llega el momento de realizar una limpieza más profunda de nuestra piel. Te recomendamos que una o dos veces por semana hagas una exfoliación de tu cutis facial.
El peeling deja tu piel limpia y luminosa. Eso si, mejor que sea un exfoliante suave para cuidar tu epidermis, pero poder quitar la piel muerta. Otra opción es emplear el ácido glicólico, que hace la misma función, eliminando las células muertas y ayudando a renovarlas, a la vez que trata las manchas.
Otro paso que puedes hacer cuando tienes más tiempo para tu rutina facial es ponerte una mascarilla. Las puedes encontrar tanto para diario como para una vez a la semana. Como cada zona de nuestras caras necesita unas propiedades, puedes probar diferentes mascarillas. Además, estas te permiten seguir haciendo tus cosas mientras permanecen en tu cara.
Aplica el tónico
Una vez realizados los pasos de nuestra rutina facial que nos dejaran el cutis limpio, vamos a equilibrar el pH de nuestra piel usando un tónico. Este estimulante revitalizara tu piel y aportara hidratación, dejándola lista para la siguiente parte de la rutina facial.
Es el momento del sérum
Con el siguiente paso iniciamos la parte final de nuestra rutina facial: la hidratación. Esta nos dejará la piel reluciente y sana. Los primeros productos para aplicar son aquellos que tengan la textura de sérum. Estos suelen tener un formato de gotas para aplicar poco producto, ya que se extiende con facilidad. Recomendamos que este sérum contenga la máxima concentración de ácido hialurónico.
Ponte crema hidratante
El último paso de todos es la aplicación de la crema hidratante, que te dejará la piel a punto. Existen muchas cremas que son especialmente pensadas para la noche y ayudan a la renovación celular de nuestra piel. Además, de seguro que a la mañana siguiente tu cutis lucirá reluciente.
Con todo, tenemos que seguir teniendo en cuenta que el contorno de nuestros ojos es una parte que hay que tratar diferente. Como hidratación, después de la limpieza, podemos aplicarnos el contorno de ojos con un suave masaje.