Categoría: Medicina

Alergias primaverales, síntomas y tratamientos

La llegada del buen tiempo es para algunas personas casi una tortura debido a las alergias primaverales. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica, la polinosis afecta alrededor de 8 millones de españoles. Por ello, en el artículo de hoy vamos a ver cuáles son las alergias principales de esta estación del año, así como sus síntomas y posibles tratamientos. Recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster experto en Urgencias Alergológicas.

Las alergias primaverales más comunes

Denominamos alergia a toda aquella alteración que presenta nuestro sistema inmunológico cuando se expone a una sustancia u organismo inofensivo, pero que identifica como invasor. Estas sustancias le provocan una extrema sensibilidad, provocando alteraciones de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo. Como consecuencia, el sistema inmunológico libera histaminas para combatir dicha sustancia u organismo, lo que provoca lo ciertos síntomas como la picazón, los estornudos repetidos o los ojos llorosos.

Tal y como comentábamos anteriormente, las alergias primaverales las sufre un gran porcentaje de población. El principal causante es el polen, por ello, la peor época del año para la mayoría de alérgicos y alérgicas es la primavera, ya que la polinización tiene lugar en esta estación. Durante este proceso de reproducción, una sola planta produce miles de granos de polen, que no pueden apreciarse a simple vista, pero que son los principales responsables del malestar de los pacientes.

En nuestro país, el polen de las gramíneas es casi el principal causante de la mayoría de alergias primaverales. Este tipo de plantas predomina en el Centro y en el Norte del país, mientras que en la costa Mediterránea es más frecuente la alergia causada por la Parietaria judaica, conocida también como pegajosa. Sin embargo, en la zona Sur, la alergia al polen del olivo es también bastante frecuente.

El clima y la localización, como veíamos anteriormente, tienen también su importancia en este sentido. La lluvia es uno de los factores principales a tener en cuenta, ya que a menos precipitaciones llueva, menos limpieza de atmósfera y por ende más intensas pueden llegar a ser las alergias. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que las excesivas precipitaciones en primavera favorecen aún más la floración y polinización, por lo que pueden provocar mayores alergias. También hay que tener en cuenta que, aunque parezca contradictorio, las zonas no rurales suelen registrar mayores casos de alergia debido a que la contaminación atmosférica favorece su aparición. 

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

A pesar de ser la causa principal, el polen no es el único causante de las alergias ya sean primaverales o no. Los ácaros del polvo, las esporas de moho, el pelo o la caspa de animales, algunos alimentos, las picaduras de insectos e incluso algunas medicinas son otros de los principales causantes de las alergias a nivel mundial.

Las reacciones alérgicas se manifiestan de distinta forma según el nivel de alergia de cada individuo. Generalmente, los síntomas causados por las alergias primaverales no son graves, pero llegan a ser muy molestos. Los más frecuentes suelen ser:

  • Picor en ojos y nariz, lagrimeo o sensación de arenilla ocular.
  • Rinoconjuntivitis o rinitis alérgica.
  • Estornudos frecuentes.
  • Tos seca.
  • Dolor de cabeza.
  • Fatiga y cansancio durante todo el día.

¿Cómo puedo reducir o tratar los síntomas alérgicos?

La mayoría de pacientes son tratados con antihistamínicos recetados y recomendados por un profesional médico o alergólogo/a. Como comentábamos anteriormente, cada persona tiene un nivel u otro de alergia, al igual que de síntomas. Es por ello que debe ser un profesional el que recomiende a cada uno de los pacientes cuál es el tipo de tratamiento que más se adapte a sus necesidades.

Eliminar la alergia de nuestras vidas es casi imposible, ya que el factor genético también influye en este caso. Sin embargo, si que se pueden prevenir y reducir sus síntomas al máximo. a continuación, os dejamos algunos consejos:

  • Acudir a un especialista que estudie concretamente el caso, realizando las pruebas pertinentes y necesarias.
  • Realizar lavados nasales de agua salada para limpiar el polen, el polvo y otros residuos de los conductos nasales.
  • Evitar salir al exterior o realizar ejercicio físico al aire libre durante la polinización.
  • Viajar en coche con las ventanas cerradas.
  • Evitar ventilar a primera hora de la mañana o durante el atardecer.
  • Evitar el uso de plantas con flores en el dormitorio.
  • Utilizar gafas de sol cuando se salga al exterior.
  • Utilizar productos anti-moho para evitar su aparición en casa.
  • Evitar remover el polen o el polvo.

Tiroiditis autoinmune, ¿en qué consiste?

Como ya sabemos, la tiroides es la responsable de conseguir que múltiples funciones de nuestro cuerpo se cumplan correctamente. Produce hormonas que ayudan a que mantengamos en funcionamiento nuestros órganos, regula el uso de energía o la velocidad con la que nos late el corazón. Hoy vamos a ver qué es la tiroiditis autoinmune o también conocida enfermedad de Hashimoto. Especialízate en el sector con nuestro Máster en Urgencias Endocrino-Metabólicas o continúa leyendo para saber más.

¿Qué es la tiroiditis autoinmune?

Antes de profundizar en este concepto, vamos a analizar qué es la tiroides para entender mejor en que se basa la tiroiditis autoinmune. La tiroides es una glándula de tamaño reducido que se ubica justo en la parte delantera del cuello. Tiene un color rojo oscuro, tirando a marrón, y posee con dos mitades llamadas lóbulos. Cada uno de ellos se ubica a la izquierda y a la derecha de dicha glándula, formando algo parecido a las alas de una mariposa desplegadas. Su peso, debido a su tamaño, es mínimo, pero su función es crucial para que podamos realizar procesos y funciones vitales como la obtención de energía de los alimentos o desarrollarnos sexualmente.

La tiroiditis es un término engloba un conjunto o grupo de enfermedades tiroideas que se caracterizan por la presencia de una inflamación en la glándula de la tiroides.  Algunas de ellas son la tiroiditis aguda infecciosa, la subaguda linfocítica, la inflamación medicamentosa o la tiroiditis de Hashimoto, también conocida como tiroiditis autoinmune.

Tiroiditis de Hashimoto o tiroiditis autoinmune

Tal y como comentábamos en el párrafo anterior, la tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune. Esto significa que nuestro sistema inmunitario en vez de ayudarnos a proteger la tiroides la ataca, causando así una inflamación. Dicha inflamación impide que la tiroides produzca hormonas suficientes para su correcto funcionamiento, lo que posteriormente causa en el paciente lo que conocemos como hipotiroidismo.

Sin embargo, no es la única causa del hipotiroidismo, ya que también puede sufrirse debido a una operación de la tiroides o por un tratamiento de radioterapia entre otros motivos. También se pueden encontrar casos de hipotiroidismo congénito, lo que significa que el o la paciente ha nacido con hipotiroidismo.

¿Cómo puedo reconocer y evitar la tiroiditis autoinmune?

Existen numerosos trastornos y enfermedades que pueden afectar a la tiroides. Algunas de las más destacadas son:

El Hipertiroidismo

Ocurre cuando la glándula produce un exceso de hormonas tiroideas, lo que puede causar diversos problemas como cambios de humor, ansiedad, fatiga y palpitaciones del corazón.

El Hipotiroidismo

Como veíamos anteriormente, ocurre cuando no se producen suficientes hormonas tiroideas. Como consecuencia, destacan síntomas como el estreñimiento, la sensación de frío, el cansancio o la dificultad para concentrarse.

El bocio

Hablamos de bocio cuando la tiroides presenta un tamaño mayor al normal. Se suele asociar con un mal funcionamiento de dicha glándula y en algunos casos puede causar síntomas como la tos o la dificultad para tragar.

En cuanto a su tratamiento, existen diversas curas según el tipo de afección. Algunos trastornos o enfermedades se pueden tratar con simples medicamentos, mientras que otros deben ser operados. Si se presentan síntomas que puedan estar relacionados con la tiroides, la mejor opción es acudir a un especialista para que pueda evaluar qué ocurre y cuál es la mejor manera de tratarlo.

Qué es una transferencia embrionaria

Si alguna vez has oído hablar sobre las técnicas de reproducción asistida en humanos, seguro que te suena el concepto de transferencia embrionaria. Podríamos decir que este concepto hace referencia al último paso de una Fecundación In Vitro. Si te interesa saber más, no te pierdas este artículo y recuerda que puedes especializarte con nuestro Máster experto en Fertilidad y Reproducción Humana Asistida.

¿Qué es la transferencia embrionaria?

Como su nombre indica, una transferencia de embriones consiste en depositar los embriones, que se han generado en el laboratorio, dentro del útero de la futura madre. Una vez dentro, si todo va bien, dan lugar a un embarazo.

Dicho proceso suele llevarse a cabo dentro de un laboratorio para que los embriones no sufran ningún tipo de riesgo, para evitar su manipulación y también para evitar que tengan que ser transportados.

Es un proceso complejo que no depende únicamente de la calidad de los embriones. El endometrio de la mujer también tiene un papel fundamental, ya que si no se encuentra en perfecto estado de receptividad cabe el riesgo de que dichos embriones sean rechazados de forma natural.

Factores a tener en cuenta

Factores dependientes del embrión

A mayor calidad del embrión, mayores probabilidades de que se implante correctamente en el útero. Sin embargo, este proceso también depende del número de embriones transferidos y del grado de su desarrollo.

Factores dependientes del endometrio

Gracias a las ecografías se puede evaluar el estado del útero. Además, un análisis de sangre también puede ser crucial para verificar si existe hiperestimulación y así evitar el proceso durante ese ciclo.

Factores dependientes del procedimiento

El objetivo de dicha transferencia es depositar a de manera exitosa los embriones donde tengan la mayor probabilidad de implantarse adecuadamente. Sin embargo, si el proceso de la transferencia es inadecuado, se producirá el fracaso del tratamiento, ya que acudir a un centro reconocido y especializado afecta significativamente al éxito o al fracaso de dicha práctica.

¿Cuántos tipos de TE existen?

Principalmente se pueden distinguir dos tipos de transferencias embrionarias dependiendo de si los embriones están congelados o no:

  • La primera de ellas es la transferencia en fresco, en la que los embriones son frescos y son transferidos en el mismo ciclo en el que se han creado, por lo que no necesitan ser congelados.
  • El otro tipo que podemos distinguir es la transferencia diferida, en la que se congelan los embriones para transferirlos en otro ciclo. Esta transferencia también es conocida como criotransferencia y normalmente se lleva a cabo cuando los embriones no pueden ser transferidos en el mismo ciclo en el que se ha hecho la punción.

Qué pasos se llevan a cabo en una transferencia embrionaria

El procedimiento de una TE se lleva a cabo utilizando un ecógrafo para poder colocar los embriones correctamente en el lugar adecuado. Este proceso consta de los siguientes pasos:

  1. Situar o colocar el espéculo estéril en la vagina de la paciente.
  2. Inyectar suero fisiológico para limpiar la vagina.
  3. Limpiar el cérvix y aspirar el moco cervical.
  4. Cargar los embriones en el catéter.
  5. Introducir el catéter hasta llegar al útero y depositar cuidadosamente los embriones.
  6. Extraer lenta y cuidadosamente el catéter.
  7. Comprobar que el catéter está libre de embriones.

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