Categoría: Enfermería

Consejos para mejorar la circulación sanguínea

Para que nos mantengamos con vida, la circulación sanguínea es algo primordial. Gracias a este proceso, se transporta oxígeno, nutrientes y hormonas, entre otras sustancias necesarias, a las células de todo nuestro cuerpo a través de las arterias, los capilares y las venas. Sin embargo, existen diversos riesgos o patologías que complican este proceso. En el artículo de hoy, vamos a analizar cuáles son y cómo pueden tratarse o evitarse. Recuerda también que si te interesa este sector de estudios, puedes especializarte con nuestra formación especializada en Cuidados de Patologías Cardiovasculares.

Cómo funciona la circulación sanguínea

Como bien sabemos, el corazón funciona en nuestro organismo como una bomba, que suele latir entre 60 y 100 veces por minuto. En cada uno de esos latidos, el corazón envía sangre a todo el cuerpo. Una vez finalizado ese tramo y antes de volver a realizarlo de nuevo, la sangre vuelve al corazón. Desde allí, se bombea hacia los pulmones para cargarse de oxígeno de nuevo para poder repetir el ciclo una y otra vez. El recorrido que sigue la sangre siempre va en la misma dirección y, como podéis imaginar, es un movimiento involuntario sin el cual no podríamos vivir.

Por otro lado, el sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que permiten esta circulación sanguínea. Estos vasos funcionan como carreteras y uniones entre el corazón y el resto de partes de nuestro organismo. Podemos diferenciar, principalmente a las arterias, que transportan la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo, y las venas, que trasportan la sangre desde el cuerpo hasta el corazón.

Algunas patologías del sistema circulatorio

  1. Aneurisma de aorta abdominal, que afecta al vaso principal del cuerpo que suministra sangre oxigenada. Ocurre cuando la pared de la aorta se debilita en el área del abdomen. Normalmente se debe a una presión arterial alta.
  2. Enfermedad coronaria, que es el tipo más común de enfermedad cardíaca. Se produce generalmente cuando se acumulan placas y colesterol en el interior de las paredes de las arterias coronarias.
  3. Infarto de miocardio, o ataque cardíaco, que ocurre cuando hay una obstrucción del flujo de sangre al tejido cardíaco.
  4. Enfermedad de Raynaud, un trastorno que hace que los vasos sanguíneos se estrechen cuando se tiene frío o se está estresado.
  5. Várices, una dilatación anormal de las venas, habitual sobre todo en las piernas, causada por la acumulación excesiva de sangre en su interior.

Cómo evitar la mala circulación sanguínea

Las causas de los problemas circulatorios no solo dependen de nosotros mismos, sino que también dependen de enfermedades o patologías específicas como las que hemos visto anteriormente. Además, debemos tener en cuenta que también influyen los genes, el colesterol alto y presión arterial alta, algunas lesiones, el tratamiento excesivo de medicamentos como aquellos que incluyen hormonas o los malos hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol entre otros.

Sin embargo, no es algo que no se pueda disminuir o remediar. A continuación, os dejamos algunos consejos para que podáis mantener sanos vuestro corazón y una correcta circulación sanguínea:

  • Realizar mucho ejercicio físico.
  • Llevar una dieta nutritiva y sana, evitando las grasas saturadas.
  • Reducir la ingesta de grasas saturadas.
  • Tratar de no permanecer sentado por períodos prolongados.
  • Evitar los cambios de temperatura elevados, sobre todo en las piernas.
  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar el tabaco.
  • Realizar revisiones médicas con regularidad.
  • Informar a tu médico sobre cualquier antecedente familiar relacionado con problemas de corazón.
  • Uso de medias de compresión para tratar varices.
  • Masajes para estimular el flujo sanguíneo.
  • Tratamiento láser o cirugía endoscópica de venas.

Farmacología, áreas y usos

La medicina es un sector que está en constante cambio. Es por ello que se han creado muchas terminologías nuevas. Sin embargo, algunos conceptos solo han evolucionado. Este es el caso de la farmacología. Continúa leyendo si quieres saber más acerca de este término y recuerda que puedes formarte en el sector con nuestro Máster en Farmacología Clínica para Farmacia.

¿Qué es la farmacología?

A grandes rasgos podemos definir el concepto de farmacología como la ciencia que estudia los fármacos en todos sus aspectos. Ésta engloba desde sus orígenes y proveniencia, hasta su sintetización en el cuerpo humano, pasando por su preparación, su origen y sus propiedades.

Existen varias etapas del conocimiento farmacológico. Por ello, el concepto de farmacología está íntimamente relacionado con otros campos de estudio similares:

  • La farmacocinética, que estudia la absorción, distribución, metabolismo y la eliminación de los medicamentos.
  • La farmacodinámica, que explica cómo el medicamento afecta al cuerpo y ser humano.
  • La farmacogenética, que evalúa cómo el cuerpo de una persona responderá a determinados medicamentos dependiendo de los genes.

Otras áreas de estudio principales

Al igual que el resto de ciencias, la farmacología está compuesta por diversas ramas o áreas de actuación que permiten que los profesionales de la salud puedan aplicarla en cada una de sus disciplinas. Además de los campos de estudios mencionados anteriormente, también nos encontramos con las siguientes áreas de la farmacología:

Farmacología terapéutica

Estudia el impacto terapéutico en los efectos de la farmacología, tanto de forma beneficiosa como de forma negativa.

Neurofarmacología

Evalúa y estudia las formas en las que los fármacos y/o medicamentos afectan el sistema cerebral de los pacientes. Es decir, estudia cómo reaccionan el sistema cerebral frente a una adicción y/o dependencia. A su vez, la neurofarmacología se divide en otras dos ramas denominadas Neurofarmacología Conductual y Neurofarmacología Molecular.

Farmacología molecular

Estudia cómo las moléculas neuronales reaccionan frente a la ingesta de diversos fármacos al organismo. También estudia cómo interactúan y qué reacciones neuroquímicas presentan. Gracias a ello, los farmacólogos desarrollan nuevos medicamentos que influyan directamente en las afecciones cerebrales y neurológicas como el dolor, los problemas psicológicos o las enfermedades neurodegenerativas.

A diferencia de la neurofarmacología conductual, que se basa en el estudio del comportamiento humano frente a las drogas, la farmacología molecular se basa en el impacto que los medicamentos tienen a nivel neuronal.

La importancia de la farmacología en enfermería

Debido a los diferentes ámbitos y campos de actuación, la Farmacología es una disciplina de gran importancia para todas las profesiones sanitarias. Hoy en día, no solo los profesionales médicos prescriben o recetan medicamentos. Por ello, es crucial que cualquier profesional que tenga la opción de administrar fármacos sepa en qué casos y a qué pacientes van destinados cada uno de ellos, cuáles son sus indicaciones, sus contraindicaciones y cómo deben administrarse.

El sector de la enfermería es uno de los que ms cerca está del paciente en el ambiente sanitario-hospitalario. Por ello, la especialización y conocimiento de esta ciencia es tan importante para dicho sector profesional. De esta manera, su labor de cuidado del paciente y administración de fármacos podrá realizarse con total eficacia y seguridad.

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